Ganar-ganar

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Las fiestas privadas eran lo mejor, había botana, alcohol y podías tener sexo en cualquier lugar que quisieras.

Sarada estaba sentada, esta vez, gracias a Denki encontró un grupo en el que al menos asentía, rolando la botella que había robado del bar, esperaba que Chöchö terminara de ligar. Era lo mismo de siempre, Chöu la invitaba a una fiesta y ella tenía que estar sentada esperando, se estaba hartando de eso, pero no le quería comentar a su amiga acerca de la situación, simplemente quería que ella pensara que podía ser normal, salir, disfrutar, pero su cara decía lo contrario, no estaba disfrutando nada, quería irse a casa y Chöu todavía no conseguía a alguien para que las llevara.

—Estoy aburrida, realmente aburrida—Le comentó Delta, dándole un trago a la cerveza, llegando sin invitación, había visto a esa chica sola y pensó que necesitaba compañía—Mi estúpido novio es un idiota, puedes estar cogiendo en cualquier lado de esta estúpida casa y se puso a jugar videojuegos, al parecer hay un torneo de freaks

Se terminó la botella y la arrojó lejos. Sarada le hecho un ojo, esa chica había aparecido de la nada, llegando con el viento, se sintió incomoda al escuchar su voz fuerte, comúnmente evitaba el contacto visual con cualquier tipo de gente, y fingía que no escuchaba, a veces le servía, otras veces recurría al lenguaje de señas, que incomodaba aún más a la gente obligándola a retirarse, pero esta chica, desde lejos, se notaba que sus intenciones eran echar raíz ahí junto a ella.

—Dime un día en que los hombres no sean tan pendejos—Le comentó Delta

—¿A sí? ¿Existe?—Le respondió Sarada, claramente incomoda, esperando que sus palabras cortantes la ahuyentaran

Ella no solía entablar conversaciones con la gente, no estaba tranquila, no sentía confianza.

—No te ha pasado ¿Qué tienes un novio realmente guapo y lindo, pero tiene amigos con los que quieres coger hasta que amanezca?

—No

La chica miro a Sarada—No eres tan fea como para que te ignoren, pero tampoco eres muy bonita para que te lluevan los elogios

—¿Se supone que tenga que decir algo?—Dijo, no soportaba a la gente nueva o a la gente que aparentaba ser millonaria, blanca, privilegiada, o a la gente que lo era

—Como sea, me tardé más de seis horas haciendo el skincare, después pase a gelish, depilación y planchado de cejas; Todo el día ocupada, decidiendo que ropa ponerme, que peinado hacerme, como iba a maquillarme, ¿Para qué? Para venir a este lugar corriente porque es noche de torneo, de verdad estoy harta, unos idiotas que por cierto están como dios quiere, me empujaron haciendo que el tobillo se me doblara y bueno, aquí estoy tratando de verme bonita para cuando regrese. Mi consultora de skincare dice que no debo mostrar expresiones fuertes en el rostro, pero maldita sea soy muy expresiva, así que se puede ir a tomar por el culo, tengo motivos para estar enojada esta noche

A Sarada no le interesaba nada de lo que dijera, no quería perder su tiempo oyendo a alguien tan pesada como ella, pero tampoco quería regresar a estar sola rolando una botella con un sabor horrible. Al menos el discurso le confirmaba que privilegiada si era, y no quería envolverse de alguna forma con la gente así, estaba harta de atenderlos en su trabajo, ahora tenía que lidiar con eso en la vida real

—I'm feeling super menospreciada, si le digo a mi bae que me quiero marchar va a decir va vamos a casa, pero realmente me interesa estar cerca de sus bros, dios, si los vieras...sabrías, tiene un hermano que hace que comience a pecar—Se mordió el labio, metiéndose en sus pensamientos

Sarada intentó darle el avión, pero no parecía captar la indirecta, entonces ella también empezó a quejarse—¿No te pasa que tienes una amiga que necesita la aprobación masculina y que no sabes cómo lidiar con eso?

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