𝐇𝐈𝐍𝐀𝐓𝐀 𝐇𝐘𝐔𝐆𝐀
Una mujer con una vida envidiable;pero si cavabas más profundo a través de su vida y su pasado, encontrarás a una joven rota, tantos traumas de su niñez y las desilusiones de su presente, hicieron que se volviera más fuerte...
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No dio más tiempo y se hacerco ágilmente hacia el, comenzó a dar varios golpes siguiendo un sierto patrón, pero claro que el Uchiha esquibava cualquier golpe fácilmente. Cuando se aburrió el comenzó a tirar golpes.
Activo su Byakugan para intentar dar en sus puntos más importantes de chakra, le era difícil esquivar los golpes del pelinegro, y eso se veía que no era toda su fuerza.
El Uchiha comenzó a tener más atención y precisión, no pensó que sería tan buena esquivando, aunque se veía que lo hacia a duras penas los ninjas normales no pueden esquivarlo, no iba a activar su Sharingan, sería demasiado fácil, pero con lo que a visto la Hyuga tiene potencial, si perfeccionaba su Byakugan y mejoraba su fuerza podría ser una kunoichi muy fuerte.
Regresó a su mente cuando sintió un ligero golpe en su hombro, la chica comenzó a ponerse mucho más agresiva tiraba golpe tras golpe y patada tras patada.
El Uchiha se cansó de jugar y comenzó en serio, lanzó un golpe a su cara que ella tapo con su brazo derecho, en ese descuido del pelinegro la Hyuga le dio un golpe en en el pecho.
Saltaron hacia atrás alejándose el uno del otro, ella se escondió detrás de unos arbustos buscando al Uchiha con la mirada pero nada, sintió un agarrón en su pierna siendo lanzada contra un árbol.
—¿Por que no te rindes si sabes que no vas a ganar Hyuga?
—Yo no me rendire, decidí cambiar y si retrocedo ahora estaría faltando a mi palabra, si tengo que morir en tus manos sabiendo que nunca podré ganar que haci sea, porque tendré la certeza de que hice todo lo que pude—Respiraba profundamente llendo nuevamente contra el, su puño suave era la mejor opción.
—Ocho trigramas sesenta y cuatro palmas—Ella golpeaba y el esquibava.
Le dio una patada a la chica haciéndola volar, en el aire le dio una patada haciendo que chocará contra el piso, el choque causó una cortina de tierra a su alrededor.
—No pudiste cambiar lo que pensaba de ti, eres una muñeca de trapo—Dijo mirando la cortina que se había formado.
—¿Enserio?
La Hyuga estaba detrás de él y apenas alcanzó a reaccionar para verla, su puño iba directo a su cara no iba a poder esquivarlo, cuando su puño estaba a un escaso centímetros de el la chica callo de llano al piso.
Su mente quedo maquinando que había pasado, y se dio cuenta que estaba dormida, respiraba profundamente.
Al confiarse tanto no hizo el intento de rastrear su chakra, aparte de que ella lo bajo a niveles escasos.
—Bien Hyuga, tal vez no eres tan débil como pense.
Sintió dolor en sus brazos y pecho, al doblarse la manga vio múltiples puntos rojos.
