Hace miles de años existió una generación de demonios, no existía ningún ser humano que no fuera comido, eso no era permitido, ¿dejar sangre tirada sin consentimiento? Era imperdonable para deimon, los humanos son y eran un producto mal hecho de Dios, eso pensaba aquel demonio, ¿por qué existen personas tan repugnantes? ¿Por qué crear semejante desastre para este mundo? llenándolo de avaricia y pecados de gente que sólo molestaba, todos, absolutamente todos saben que entre ellos existe algo en común, la muerte. No sólo vienes a este mundo a cumplir tus logros y desperdicios.
Deimon jamás acepto a los seres humanos, viendo como la sociedad va, al demonio sólo le causa un hueco en el estómago, sé comerá hasta el último ser miserable que estorbe, así le llevé años, décadas, la generación de ahora sólo es un desperdicio de tiempo para muchos demonios; han planeado la gran guerra con los humanos.
Y claro, eso sería fácil ¿qué podría hacerle una persona contra un monstruo viviente? Exacto, nada. Un moustro como ellos sólo los harían trizas y comerlos como su mayor cena.
Le causaba gracia como humanos también pensaban lo mismo que él, se metía en conversaciones que no le incumbian ¿pero le importaba? Absolutamente no.
Al pasar los años deimon finalmente se volvió más fuerte, quería dar una gran impresión, se metía al mundo humano con un cuerpo de dios griego, muchas chicas querían con él, su forma humana impresionaba mucho.
Un chico normal y corriente, vaya que la gente están estúpida, pensaba él.
Cabello corto y liso, sus iris de diferente color, un color gris como la misma oscuridad y otro de color verde, un tono pacifico, piel blanca, cuerpo marcado en todas partes.
Era perfecto, pero bajo esa perfección se escabullia un corazón frío y negro, las apariencias engañan.
"My lord, es hora" dijo aquel demonio con cuernos pequeños. Deimon sonrió y se paró del trono, era hora de dejar en claro quien era el dueño del infierno y del mundo.
Cinco demonios acompañaron al mayor y tomaron rumbo al mundo exterior.
Extendiendo sus hermosas alas negras volaron hacia allá, deimon jamás creyó en ningún ser humano, sí lo saludaban para él era un tipo de amargura, jamás se acostó con una humana, podía presentir las intensiones sucias que cargaban, sus pecados, sus temores y con eso aprovechaba. No le importaba sí era de clase media, niña(o), o así fuera alguien recién nacido, iba a matarlos sin importar qué.
Llegando a la zona, deimon se convirtió en el típico humano guapo y casual.
"Bien, ya saben que hacer, separense y hagan lo suyo". Los demonios asienten y cada uno toma un lugar distinto, deimon por otro lado fue a la ciudad, tenía ya los nombres de las personas que iba a matar, por sí fuera poco eso sería entretenido, dos maliantes con cargos sumamente pedofilos, edad media, uno de 40 años y otro de 46 años, por lo que leyó deimon eran hermanos.
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DEIMON
RandomUn solitario demonio que busca la sed de sangre con cualquier humano irrelevante. CAPÍTULO ÚNICO.