◞°❊ 𝑂𝑢𝑟 𝑓𝑎𝑚𝑖𝑙𝑦, 𝐽𝑒𝑜𝑛'𝑠 ❊; (2t) ᴋᴍ.(pausada)

🍒(4). 𝑽𝒂𝒍𝒊𝒐 𝒍𝒂 𝒑𝒆𝒏𝒂.

Estuvieron casi por treinta minutos recorriendo el gran parque y las cercanías del lugar, en busca de algún vigilante o policía, sin éxito, Jungkook francamente estaba cansado al igual que el pequeño Taeyan, quien a regañadientes había aceptado dejar a su muy embarazado padre, con esa niña quien decía llamarse Hari.

El pequeño castaño estuvo apunto de volver a quejarse por las vueltas que daban, pero sus ojos cayeron sobre un par de mujeres que se mostraban desesperadas, junto con un vigilante.

Debido a los gritos he exigencias de las mujeres, la gente las miraba con extrañes y otros con curiosidad, pero nadie se acercaba aparte del vigilante, a preguntar.

Taeyan miro a su padre, al notar que éste miraba hacia otro sitio, le llamo.

— Papá, ese par de señoras se ven preocupadas.

Jungkook presto atención hacia donde señalaba el menor y efectivamente unas mujeres caminaban junto con un hombre en la dirección exacta en donde se encontraba su novio y la niña.

— Creo que son ellas, vamos.

Sin más ambos caminaron apresurados hacia la misma dirección.

La pequeña pelinegra sonreía al escuchar lo que el bonito rubio le contaba sobre sus bebés y familia. Ella se mostraba bastante sorprendía al saber que dentro de la pancita de Jimin habían dos bebés, ¿Como habían llegado allí? se preguntó mentalmente la menor y al querer preguntar, escucho unas voces demasiado conocidas, esas la hicieron muy feliz.

— Mami, Mamá. — grito con entusiasmo la niña, saltando de donde se encontraba.

Jimin suspiró aliviado cuando las mujeres no perdieron ni un segundo en tomar la niña entre sus brazos.

El rubio quería llorar ante la bonita escena, si, las hormonas jugando de nuevo en su contra.

Cuando alguien tomó su mano volteó y se encontró con la sonrisa tranquila de su novio.

— Oh, dios mio, Hari no vuelvas a alejarte así de nosotras. —la chica castaña tomó el rostro de la niña sin dejar de sonreír entre lágrimas — estuvimos muy asustadas.

La niña asintió sonriendo levemente, jamás se iba alejar de nuevo aunque vea otra vez a ese oso adorable caminando en la calle.

— Muchas gracias, y disculpe si mi hija lo incómodo. — dice la pelinegra mientras hace una pequeña reverencia de agradecimiento hacia el rubio.

Jimin sonrió negando.

— No se preocupe, estoy muy feliz de que ya estén juntas.

La mujer sonrió abrazando a su pareja e hija, pero la sonrisa de Jungkook desapareció cuando el rostro de la pelinegra se le hizo demasiado conocido.

El vigilante al notar que todo estaba bien se marchó luego de un rato.

El pelinegro después de un rato se atrevió a hablar.

— Sana, ¿eres tu?.

Todos voltearon a la dirección de éste al escucharlo, la mujer claramente sorprendida asintió ahora reconociendo a su ex esposo.

— Oh, por dios Jungkook, has cambiado demasiado. — una sonrisa sincera se formó en los labios de Sana mientras se acercaba para darle un pequeño abrazó.

Jimin al igual que los demás observaban todo en silencio sin entender lo que sucedía.

La castaña se sentó junto a Jimin en la banca en cual estaba, Taeyan miraba a la niña más tranquilo, ya no la sentía una amenaza.