Jensoo One Shots

1- Anestesia

No quería volver a salir de mi casa en toda mi vida. En este momento realmente quería que me tragara la tierra o tener una máquina del tiempo para volver al día viernes y evitar el terrible momento que me llevó a estar como me encuentro ahora. No podía volver a toparme con Jisoo nunca más. Moriría de la vergüenza y humillación con solo mirarla.

Todo comenzó hace tres días, cuando le pedí a mi mejor amiga, Rosé, que me acompañara el día siguiente a una clínica dental donde sería sometida a una pequeña cirugía. El procedimiento no era muy complejo, pero necesitaría anestesia, por lo que al salir requeriría ayuda. Me dijeron que quedaría un poco mareada, somnolienta y atontada por algunas horas. Rosé aceptó amablemente y ofreció a Lisa, su novia, como chofer para llevarme devuelta a casa luego de la cirugía.  

Todo estaba listo. Me encontraba un poco nerviosa por la cirugía y el tema de la anestesia. Tuve que llenar un consentimiento por si algo salía mal o tenía algún efecto secundario, pero el doctor me aseguró que era algo que hacían muy seguido y lo normal era que no existieran complicaciones. Se le olvidó advertirme que uno de los efectos secundarios podría ser pasar la mayor vergüenza de mi vida. 

Día de la cirugía

-Todo salió bien, toleró muy bien todo el procedimiento y la anestesia. Así que firmaré todo el papeleo para que ya pueda irse a casa. Aquí tiene todas las indicaciones a seguir. Ahora está aun bajo anestesia, pero en un par de horas se le quitará el efecto y comenzará a tener dolor. Así que ahí le recetamos algunos analgésicos. 

-Gracias doctor- la rubia le dio una sonrisa al especialista que había atendido a su amiga.

Cuando el hombre salió, Rosé llamó a su novia para avisarle que estaban listas para que viniera a buscarlas.

-Babe, estamos listas- dijo al teléfono.

-Rosie, mi auto no arranca -dijo lamentandose- le pedí el suyo a Jisoo, pero no me deja conducirlo porque dice que conduzco como una desquiciada y puedo dañar su hermoso auto-

-Y tiene mucha razón- dijo riendo

-¡Hey!- dijo indignada- recordaré esto cuando quieras que te vaya a buscar a tu trabajo.

-Como digas desquiciada- dijo amorosa- ¿entonces? ¿llamo a un taxi?

-No, Jisoo no me dejó conducir su auto, pero se ofreció a llevarme para allá. Así que vamos ambas en camino para recogerlas y llevar a Jen a su casa-

Rosé realmente no sabía si era una buena idea. Jisoo era la prima mayor de su novia, y también el mayor crush de su mejor amiga. 

Siempre recordaba la primera vez que Jennie vio a Jisoo. Estaban las tres en el departamento de Lisa, cuando llegó Jisoo, que vivía justo en el piso de abajo, a exigirle a Lisa que le devolviera todas las tazas y platos que robaba diariamente de su cocina. En cuanto Jennie la vio se quedó muda. Rosé sabía que su amiga era muy tímida cuando conocía a alguien nuevo, pero esta vez realmente parecía como si su alma hubiera abandonado su cuerpo. Tartamudeo cuando dijo su nombre y casi de vuelta su taza cuando dijo adiós.

Y así siguió hasta el día de hoy. Jisoo pasaba como siempre, con rostro relajado, una sonrisa, y Jennie se volvía un manojo de nervios. Sin duda era evidente que su mejor amiga estaba enamoradisima de la prima de su novia, y esto hacía que Jennie fuera un blanco fácil para burlas, en especial las de Lisa. 

-Lisa, no creo que sea lo mejor. Jennie puede sentirse avergonzada si Jisoo la ve así-

-¿Así cómo? -preguntó su novia.