𝐔𝐧 𝐦𝐞𝐧𝐬𝐚𝐣𝐞 𝐢𝐦𝐩𝐨𝐫𝐭𝐚𝐧𝐭𝐞

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Antes de marcharme de casa acompañada de una Tituba sonriente, saludo a Bernard y a Giovanni con la mano

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Antes de marcharme de casa acompañada de una Tituba sonriente, saludo a Bernard y a Giovanni con la mano. Como hay varias actividades extracurriculares, también quiso asistir y prometió que luego iríamos al cine.

Volvieron bastante tarde a la noche, yo decidí esta vez irme a la cama en la habitación que me corresponde. Sé que les habrá llamado la atención, pero es algo que vengo pensando hace bastante tiempo. Creo que lo mejor es mantener los papeles donde siempre debieron quedarse. No es cosa del otro mundo, desde que nuestros caminos se cruzaron me di cuenta de que Tituba y Bernard se quieren más que como amigos y que yo soy sólo la nueva mascota.

Una vez que terminen con sus trabajos, se marcharán a su dimensión y me quedaré acá, en la Dimensión de los Vivos, con los pedazos que deberían ser mi vida pero que en realidad se transformaron en una farsa asquerosa.

Aprovechando que se encuentra muy entretenida diciéndose cositas con Bernard en voz baja, me adelanto unos pasos y decido tomar el autobús escolar. Me siento el fondo y busco a tientas en mi mochila hasta que logro discernir unos libros que sé que van a llamarle la atención a mi próximo target.

―¿Te gustan las runas vikingas?

Alzo los ojos, la chica que quiero que me hable está ahí, interesada. Se acerca un poco, su mirada brilla y esa sonrisa me parece muy bonita. A pesar de que debería tenerle miedo porque sé lo traicionera que puede llegar a ser, logro hacer el papel de idiota, mientras acomodo mi cabello detrás de la oreja, algo que sé que es muy coqueto.

―Me encantan, ¿a ti?

―¿Puedo sentarme? ―señala el asiento y yo asiento. Me cruzo de piernas, hoy he decidido llevar una falda escocesa corta con la intención de lucirme un poco más. Se sienta ansiosa, ríe entre dientes y vuelve a mirarme ―sí, me encantan. De hecho, mira ―me muestra su celular, su pared está llena de runas que puedo identificar porque ya las vi ―, Tommy me dijo que eres muy interesante, pero no pensé que tanto. ―los ojos relampaguean y yo sonrío tímida, le invento mi mejor gestito adorable.

―Me encantan las runas desde que soy pequeña, pero nunca pude conseguir un libro hasta que llegué a América. ―me encojo de hombros, creo que hay un par de chicos que nos están mirando y cuchichean entre ellos.

―¿Por qué lo dices? ―inclina su cabeza, curiosa.

―El sueño americano ―río entre dientes ―al fin logré conseguirlo, luego de tanto sufrimiento.

Sally Grimore, la novia de Tom, me muestra una sonrisa honesta. Sé que ella no es de acá, sino una bruja irregular que nació en Budapest y es probable que tenga más de quinientos años de edad. Al igual que Nicole Johnson, lo único que hace es intercambiar almas, consumirlas y con eso consigue un poquito más de vida eterna. Para ella será un simple trabajo, para otros es perder a sus seres queridos y cagarse en la vida de gente inocente como yo, que nada tenemos que ver con sus deseos narcisistas de mierda.

𝐄𝐥 𝐩𝐮𝐞𝐧𝐭𝐞 𝐩𝐫𝐨𝐡𝐢𝐛𝐢𝐝𝐨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora