Hani y Venice PT.1

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Por la tarde, mi sobrino Venice llegó de la escuela y estuvimos jugando un poco. Él tampoco me recordaba mucho, pero Samantha le había hablado de mis padres y de mí, y además nos habíamos visto por Skype muchas veces, así que casi tenía idea de quién era el nuevo chico que se hospedaba en su casa.
Sin embargo, Venice se llevaba mejor con Bible que conmigo, y esta vez, en vez de enfadarme, me resigné. Los niños no me veían hace mucho tiempo, y en el caso de Hani, nunca me había visto. Y a Bible sí. Todos los días. De modo que no era su culpa ni la mía, ni mucho menos la de Bible. Eran cosas que pasaban a causa de la ausencia y la distancia, y debía comprenderlo.

Durante la cena, Jon me preguntó acerca de algunas cosas de la universidad: como cuándo comenzaba y si estaba contento de haberme trasladado a vivir con ellos.

-Será por algunos meses, Jon, no quiero ser una molestia.

Él y mi hermana sonrieron mientras ella servía ensalada en mi plato.

-Te dijimos que no debes preocuparte por eso -dijo él-. Nosotros no tenemos
problemas con que te quedes. Es más, nos resulta grato.

No, mis planes estaban bastantes delimitados. Mi objetivo desde que arribé al
aeropuerto en Bangkok era la de venir y lograr ser independiente.

-No quiero parecer un oportunista.

Bible me miró suspendiendo el tenedor a escasos centímetros de su boca. Desvié la mirada de sus ojos zafiros hacia mi plato y seguí masticando el pedazo de carne que había metido en mi boca segundos antes.

-No es ser oportunista -dijo mi hermana-. Tienes la chance y debes aprovecharla. Además no me sentiría segura si sé que andas solo por la ciudad cuando puedes estar aquí, conmigo y a salvo.

-Te conseguiremos un pequeño auto para que vayas a la universidad -dijo
Jon-. Bible, ¿puedes hacerlo tú? Tienes más conocimientos sobre ello.

-Claro -dijo él encogiéndose de hombros.

Volvimos a cruzar miradas y de inmediato me dirigí hacia Jon.

-No, no, no. Eso es demasiado. Iré en el transporte.

Mi cuñado lanzó una carcajada.

- ¿Estás seguro? -preguntó Samantha con una sonrisa divertida-. Tienes que tomar un tren y dos autobuses. Será muy cansador para ti que estabas acostumbrado a vivir en el campus de la universidad.

-Yo puedo llevarlo -sugirió Bible.

Lo miré por unos segundos y atisbé una ligera sonrisa en sus labios. Mi hermana nos miró a ambos y frunció el ceño como si no estuviese de acuerdo. De hecho, era evidente que estaba a punto de levantarse y gritar ¡yo me opongo!

-No quisiera romper tu rutina -le dije a Bible.

-No tengo una rutina -respondió él.

- ¿Y qué hay de Hani? -pregunté a todos a la vez.

-Suele ir a una guardería. Hoy se quedó porque tenía algo de fiebre -explicó Jonathan, y Samantha lo fulminó con la mirada.

Así que no tenía más opción que aceptar la ayuda de Bible. Y lo hice, por varias razones: ¿un tren y dos autobuses? No, definitivamente no. Y segundo, él intentaba ser agradable, y eso contaba mucho.

Además, nada malo podía ocurrir.

Esa noche dormí como un si fuera la primera noche que dormía en años. A pesar de haberme regalado dos horas de una hermosa siesta, seguía agotado por el vuelo cuyas tres escalas fueron insoportables, sumado a que se retrasó como tres horas, algo supuestamente "normal". Lo que resultó en un maldito vuelo de más de ocho horas. Sé que hay vuelos mucho más largos, pero yo no estaba acostumbrado a viajar en avión y eso me había fastidiado bastante.

MI DULCE DESTRUCCIÓN [BibleBuild]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora