capitulo 1

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La muerte extendía su larga sombra sobre todo el  paisaje de Berck,la horrible noticia del asesinato del jefe      Estoico había corrido rápidamente, y todos los habitantes de la isla  habían caído en un profundo duelo

Ese asqueroso príncipe  había logrado lo que muchos habían querido.. el había conquistado aquella tierra de manera rápida y cruel no daba
segundas oportunidades, y menos a quienes se oponían a su reinado

Dispuesto a matar a cientos de inocentes sin una pizca de   arrepentimiento solo para conseguir lo que más queria

Jack Omerta   el príncipe cruel, frío, reservado, no tenía ninguna debilidad ...bueno solo una..

—¡Jack ! —Merida se acercó corriendo inquieta—.¿Esta todo bien?

Su preciosa hermana, Llevaba un vestido de un verde (su color favorito) con  líneas doradas  y estaba muy
bien confeccionado.

La princesa tenía la tez pálida con algunas pecas esparcidas y una larga melena pelirroja que cuando no la recogía en un moño, le caía hasta la cintura

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La princesa tenía la tez pálida con algunas pecas esparcidas y una larga melena pelirroja que cuando no la recogía en un moño, le caía hasta la cintura.

Sus ojos eran azules, del color del cielo despejado, y sus labios delgados  tenían un color rosado natural. Mér era la chica más hermosa de todo Frost , sin excepción alguna

Si —

Su hermana frunció el ceño al ver la sangre que estaba esparcida por su ropa

Podré debe estar orgulloso por tu victoria — sonrió, una sonrisa que hacía que el corazón de Jack doliera horriblemente

Mérida no estaba al tanto de que su padre y su hermano eran personas horribles, solo sabía que los bárbaros  eran personas crueles y egoístas que solo querían lastimar

Lo dudo, el me odia—

—Ay, Jack—a Mérida  se le iluminó la cara—. No seas tonto. El te ama tanto como yo te amo  más que nada en el mundo. Lo sabes, ¿verdad?

sintió como si alguien le abriera el pecho y le estrujara el corazón para luego tirarlo al suelo y pisarlo

Carraspeó sin despegar los ojos de su hermana

—Claro. Yo también te amo hermana

Las palabras se le atragantaron.  Con un nudo en la garganta,le sonrió

Lo que sentía por Mérida  no era más que amor fraternal.

Aquella mentira le resultaba fácil. Incluso cuando se la repetía a sí mismo.

—Gracias a la diosa de la luna que no te hiciste más daño…

—Sí, "gracias" —murmuró sarcástico antes de curvar los labios en una sonrisa sin alegría—. Gracias a qué los asquerosos vikingos son estúpidos si no de otra manera hubiera muerto

Ella le dirigió una mirada al pesimismo de su hermano siempre le había hecho gracia; no era la primera vez que pasaba

—Sé que piensas que la fe en lo sobrenatural es una estupidez.

—No creo haber usado nunca la palabra estupidez Mérida

—A veces hace falta creer en algo sabes, algo que no se puede ver ni tocar, la esperanza, porque es lo único que nos da la fuerzas para seguir nuestro destino hermano

—Creo en ti. ¿No basta con eso?

—Entonces, tendré que servir de ejemplo para mi  hermano mayor —se inclinó para darle un beso en la mejilla y Jack se quedó sin aliento por un instante—Debo volver. Nuestra madre se enfadará mucho si se entera que escape de las clases de baile —dijo con una mueca para luego dedicarle una última sonrisa y se apresuró a regresar

Sus sentimientos hacia Mérida estaban mal.enfermisos incluso, por más que tratara de ignorarlos no podía

Se odiaba por eso, saber que la única persona que amaba jamás podría estar en sus brazos como el quería, sin duda prefería morir que estar con otra persona ..

Era doloroso

Justo cuando  su padre empezaba a presionarle para que eligiera a su futura esposa.

Incluso no tardaría, el Rey en dudar sobre su preferencia hacia las mujeres, aunque en realidad poco le importara lo que su padre pensara,igual le obligaría a casarse con quien él eligiera Y desde luego, no sería con Mérida...no se atrevía a acariciar aquella idea ni siquiera en sus sueños más locos

 Si Mérida se enteraba de sus
sentimientos, se sentiría asqueada, y no quería que dejara de mirarle con aquéllos ojos llenos de amor

Esa luz era lo único que le alegraba en el mundo.

Todo lo demás lo hacía sentirse miserable y solo

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