Katsuki Bakugo (mejor conocido por todos como lucifer) es el rey y monarca que lidera el infierno.
Sin olvidar la caída y el momento en el que el y sus compañeros más cercanos fueron desterrados; encuentra la gran oportunidad para vengarse de Dios y...
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Etapa 6: Berrinches y caprichos
NARRADOR
Otro día nuevo llego y abriendo sus ojos, Katsuki comenzó a vestirse para proseguir con su trabajo.
Todo marchaba en orden y desde hace un mes los Overlords y el habían puesto la barrera demoniaca, el rubio había hecho todo esto para proteger a sus cachorros y a su Omega; no quería que nada malo les pasará y aprovechando que Izuku estaba indispuesto fue que hizo todo esto.
Mientras Katsuki se colocaba la corbata de su traje, noto como su Omega se enderezó del nido, al fin había despertado de esa invernacion y mientras el pecosito se tallaba los ojitos, el alfa se abalanzo hacia el para abrazarlo y darle un montón de besos, ya que lo había extrañado mucho en los dos meses en los que inverno.
--Mi angelito hermoso al fin has despertado --musitó Katsuki sin dejar de abrazar a Izuku.
--¿Cuanto tiempo estuve dormido? --pregunto el ojiverde.
--Dos meses
--¡QUE! ¡POR QUE TANTO! --exclamó el pecoso con asombro, pues si fue bastante el tiempo que durmió.
--Atravesaste por tu quinta etapa y en esta es natural que duermas --le explicó Katsuki.
Izuku por inercia se tocó su vientre y noto que ya estaba más abultado y esto era normal, ya que el pequeño angelito ya tenía 10 meses de embarazo.
--Tranquilo, nuestros cachorros están bien, mientras tú estabas dormido hubo muchas veces en las que yo les cante para poder despertarlos, pero al igual que tú estaban muy dormidos y muy pocas veces se movieron dentro de tu pancita --confesó el mayor.
Izuku solo lo miro con ternura y sosteniendo la cara de su alfa, le planto un dulce y tierno beso en los labios, mientras la pareja se besaba, Kacchan (quién tenía la mano en el vientre de su Omega) pudo sentir como sus hijos se movian, parecían felices y emocionado por esto, se agachó para hablarles y besar el vientre de Izuku.
Mientras la pareja disfrutaba de aquel momento, Arriane, Jev, Cam y Eijiro ingresaron a la alcoba y al notar que el pecosito ya estaba despierto se pusieron muy felices porque lo habían extrañado demasiado.
--¡Izu! --chillo arriane acercándose hasta el para abrazarlo--, ¡Te extrañe tanto angelito! --confesó la rubia llorando de la alegría, finalmente el peliverde estaba despierto y prefería aguantar sus travesuras que el silencio abismal por el que dos meses se vivió en el castillo.
--Yo también te extrañe Arriane
--Bien, ahora que has despertado Katsuki dejara de llorar --confesó Eijiro mientras el y Cam reían a lo bajo.
--¿Llorar? --repitio el pequeño angelito sin comprender lo que el pelirrojo había dicho.
La cara de Katsuki tenía un montón de colores y apenado por aquello, comenzó a gritarles y decirles un montón de cosas a los dos
