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Damián y yo ya llevábamos unos dos meses que nos conocíamos y hoy había insistido en tener mi número telefónico por si lo necesitaba así que se lo di después de unos cuantos rodeos, además había dicho que me debía una fiesta porque acababan de decirme que había ganado el nacional este año también. Al llegar a casa vi a mi hermana en la mesa haciendo los deberes y lamentablemente se giró a mí.

—¿Damián Walker? ¿Enserio Jianna? —dijo en tono de burla

—¿De qué hablas? —dije poniendo los ojos en blanco

—De como te fijaste en él y fuiste a hablarle

—Me malinterpretas. Él me habló primero —dije irritada

—Si como no —dijo girando los ojos— Todos en la escuela piensan que gané la nacional de Química. 

—Si lo sé —exploté— ¿Se siente bien ganar méritos qué no son tuyos verdad?

—Jianna Atlas, no es mi culpa que tengas los cuadernos vacíos y seas 8 números de diferencia social querida —se burló

—Eres un asco. Y no te preocupes. Haré qué me reconozcan. Total, no sé como no se han dado cuenta. Das asco en Química

Y subí a mi habitación, totalmente irritada

—Y unos números no definen tu valor

Recordé esas palabras recostada a mi cama, la cara con que lo dijo y la sinceridad en sus ojos. ¿Cómo no podía ver que no valía nada? ¿Me iba a usar? ¿Por eso se acercó a mí?

Dejate de tonterías

Maldita conciencia. Solo no podía confiar en él todavía, aún no podía.
.....

—¿Y se puede saber por qué dejas qué tu hermana tenga tus méritos? —dijo metiendo la hamburguesa en su boca

—La verdad los méritos están en mí expediente, solo me van a facilitar la universidad a mí, lo que las personas digan no es mi problema.

—Duda existencial. ¿Cómo es que solo te cruzas con tu hermana en la casa?

—Se va más tarde de casa y sale más temprano de la escuela —dije dándole un mordisco a mí manzana

—Eso parece inteligente. —él se sentó enseguida— Se acercan los parciales

Mi cara debió ser un poema

—¿Jia, estás bien? Estás pálida. Tú.. —sus palabras se suspendieron en el aire

.....

—Joder Jianna. ¿Eres tonta? —dijo mientras tiraba mi cuaderno de Física qué era el último que revisaba— Solo tienes el cuaderno de Química escrito. ¿Qué te pasa?

—Lo siento —susurre

—No lo sientas —dijo en tono de regaño— Te conocí hace unos meses y ya me causas problemas

No lo voy a negar. Me sentí mal cuando dijo eso, muy mal. Quería que la tierra me tragara, pero seguro que ni ella me quería.

—Lo siento

Esas eran las únicas palabras que salían de mi boca. La verdad podía hacerme la fuerte cuando quisiera pero cuando me sentía culpable por algo me daba algo en el pecho qué me daba ganas de desaparecer.

—Oye Jia —él me miraba como todos— ¿Te ofendí? Perdón, no lo decía enserio.

—Es que... yo... —cerré los ojos con frustración— No quiero causarte problemas

Él se empezó a reír de nuevo, cosa que me irritó pero a la vez me alivió.

—Tranquila —pasó su mano por mi cabeza— No lo decía en serio loca. Solo estaba bromeando. ¿Cómo es que siempre te coges esas cosas enserio?

Número 8Donde viven las historias. Descúbrelo ahora