Black Dhalia

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¿Cómo podía una melodía tan vieja como ella ser tan dura de tocar?

Debería ser simple, pero supongo que su antigüedad le agrega un toque.

En todo caso, ya era suficiente de juegos para novatos. Era hora de que pusiera a la banda en acción, empezando por los platillos.

"Dhalia, escucha. No quiero herirte, así que ríndete. Si no lo haces, temo que tendré que poner fin a tu canto... para siempre."

"JAJAJAJA... Siempre tan gracioso, agente Birdland. No has cambiado en nada..."

Su tono lleno de veneno me indican claramente sus intenciones. No planea rendirse...

"Sigues con ese estúpido sentido romantizado de la justicia... Aún después de sufrir lo que ye he pasado. Perder la esperanza para recuperarla en el campo de batalla..."

Metió seis cartuchos de colores variados en su arma. Veo que ahora su melodía armoniosa va a volverse un ruido estridente.

"Grrr... Te odio. Odio tu maldita sonrisa confiada. Odio tu sentido de "Justicia". Odio tu indiferencia por luchar a muerte... Te odio, Ben."

Su mirada afilada. Puedo sentir su odio a través de la tela que cubre su rostro. Su retorcida sonrisa me demuestra sus crueles intenciones.

"Supongo... que no se puede evitar. Solo espero que no interrumpas nuestro dueto, porque no te daré piedad... vieja amiga."

"Cállate de una maldita vez!"

Un brillo azulado sale de la boca de su arma. Por instinto despliego el enorme platillo que uso como escudo. Sin embargo, este se congelo con el impacto de la bala.

"(Interesante...)"

Sacudo el platillo y lo guardo. No debí hacerlo pues otro brillo llama mi atención, uno verde...

¡Boom!

Una cosa parecida a un láser atraviesa alguna parte de la maquinaria que es mi cuerpo. Dudo que sepa donde se ubican mi corazón o demás órganos vitales para matarme de ese modo.

"Tsk... Olvide que eres solo un montón de chatarra andante. Supongo que las balas tampoco harán mucho."

"(Daño algún mecanismo interno, es obvio. Sin embargo, dudo que haya sido importante.)"

De momento solo he estado parado viendo lo que hace.

"Bien... Ah, lo siento, Dhalia. De verdad. Espero puedas perdonarme por lo que estoy por hacer."

¿Por qué tenía que acabar de esta manera?

Yo... simplemente no quiero. Por algún motivo algo me retiene de golpearla hasta que dejé de moverse.

¿Qué es lo que me impide... matarla?

Tomo impulso y me preparo para golpearla.

¡Boom!

Un destello dorado aparece, y segundos después siento que algo me empuja. Sin embrago, eso no es un problema ya que soy dos toneladas de metal armonioso.

Ella me mira, no incrédula o asustada, sino ansiosa. ¿Acaso espera un golpe?

"Jajajaja... Era de suponerse. Entonces, ¿qué esperas? Vamos, Ben, dame un golpe. Hazme sentir que mi vida vale la pena de nuevo."

"(Si, parece que simplemente enloqueció.)"

Levanto mi enorme puño. Incluso el sistema de vapor está listo para darme un impulso anormal y romperle la cabeza, pero... no puedo avanzar. Mi ritmo está atascado, incapaz de fluir.

"...Oh... Parece que alguien no puede atacarme aunque sea su enemigo..."

Su sonrisa retorcida regresa. Yo sigo con mi puño en alto.

"¿Qué sucede, agente Birdland? ¿Acaso su sistema moral le impide atacarme?"

De un solo golpe podría hundir su cuerpo entero en el concreto, pero no soy capaz de avanzar.

"Maldito idiota..."

¡Boom!

Otro disparo, sin embargo sigo sin moverme. Es imposible que ella pueda siquiera tumbarme de algún modo.

Aunque ahora mi cuerpo está levemente entumecido. Esa descarga eléctrica le dolió a mi cabeza.

"Oh, vaya... Parece que solo estas averiado."

Se acerca aún más a mi.

"Supongo que simplemente debería di-"

Ahora entiendo, el mecanismo que daño fue el de mi brazo izquierdo. El sistema neumático y sus circuitos no operan como deberían, y me impiden atacar de ese lado.

Sin embargo, tengo dos brazos por un motivo.

¡Brass Knuckles!

Ella es disparada contra una pared cercana por el impacto.

Ahora que lo pienso, ¿por qué nadie ha venido todavía? No estamos tan lejos de una zona habitada en Maplecrest. El sonido debería haberlos alertado.

Me acerco a ella, ahora con mi brazo ya bajado. Dudo que pueda siquiera usar "A-Train" aunque no requiera de mucho movimiento.

Otro disparo me golpea, pero sigo sin detenerme.

Me mira. Siento su odio, pero nada más. No está asustada o feliz, solo tiene odio.

"¡Ja! Parece que al final no tenía oportunidad, ¿verdad?"

Miente. Hay algo en la partitura que no conozco. Tiene pensado una última melodía.

"Ese simple golpe me daño internamente. Aunque es obvio, soy solo una anciana a este punto."

Por cierto, aunque tenga partes robóticas, se que ella es altamente flexible.

Brass Knuckles.

Otro impacto. Ella parece no haber esperado eso, pues no intento defenderse siquiera.

Destroce sus piernas en caso de que quisiera huir.

Ahora esta a mi merced. No planeo asesinarla, pero voy a dañarla lo suficiente como para que muera con el tiempo, si su edad no lo hace primero.

"Oh... vaya."

Lo sabía, ella estaba lista para huir. Ahora su mirada es la simple nada. No expresa nada a travéz de esa tela.

"Aún tienes cerebro... Era de esperarse de un detective."

Me acerco aún más. La distancia entre su cuerpo estrellado y el mío es apenas de unos centímetros.

"Sin embargo..."

Ella sacó algo de su espalda. Un detonador.

¡Espera!

"Pensé que te darías cuenta, pero parece no ser el caso."

¿En que momento pudo...?

Una explosión interna podría ser mortal. Mi cuerpo, aunque cubierto por el pulmón de hierro, sufrirá daños irreparables.

Su mano está lista para presionar el botón y mandarme a la tumba.

"En algún punto te aprecie como compañero, Ben. Ahora simplemente te odio..."

¡Click!

"Muere..."

Un pitido se escucha desde mi interior.

"¡Brass..."

El pitido cesa.

"Knuckles!"

Un impacto directo. Su cabeza es aplastada como una uva, salpicando sangre en la pared y alrededores.

Su última expresión: Una sonrisa. Sin embargo, esta no era cínica o tétrica. Simplemente sonreía, como si supiera su destino.

¿Mi expresión? Podría decirse que ninguna, pues no me arrepiento de nada. Estoy feliz de que mi final haya sido como solista...

¡BOOM!

Todo se oscureció...

BnHA - Heavy MetalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora