Capítulo 12

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Jiang Cheng quería ver cómo iba todo con A-Yang. Había pasado ya tiempo desde que lo dejó con aquellas discípulas, no podía evitar el querer ver cómo estaba. Lo sabía, ya se había encariñado con el menor. Tampoco era algo que pudiera controlar, aún así decidió intentar no ser tan indulgente, a partir de ahora ese sería su nuevo discípulo, debía enseñarle bien. Se encargaría de que recibiera buenos profesores luego de que completara las lecciones básicas con el resto de discípulos jóvenes.

Se dirigió hacia la residencia principal, generalmente no había muchos sirvientes caminando por ese lado de la secta, ahora que alguien más viviría allí seguramente habría más movimiento.

Entró en la habitación hacia donde se dirigían los sirvientes con distintos objetos en los brazos, como trapos, mantas y aceites de baño. Algunos llevaban comida y otros llevaban diferentes tipos de tela en varios tonos de morado. Había al menos 8 personas en la habitación contando las que iban entrando.

— ¡Líder de secta! No sabíamos que vendría tan rápido. — comentó una señorita que traía algunas telas en los brazos, estaba acompañada de otra que llevaba también telas moradas.

— Esta habitación no es utilizada hace mucho, por lo que no sabíamos qué alfombra usar o qué cortinas eran necesarias. ¿Deberíamos adecuar la habitación de acuerdo a las habitaciones de discípulos comunes? — Su líder nunca había traído él mismo un niño a la secta y mucho menos ordenado preparar una habitación de las de la residencia principal desde la habitación del joven maestro Jin Ling. Notaban que el niño no sería uno normal, pero no sabían hasta qué punto debía ser atendido. No les quedó más que esperar a su líder para consultarle, después de todo, Song Tian y He fei estaban ocupados y los que tenían la jerarquía suficiente para iluminar sus mentes de la confusión, habían ido a una cacería.

Jiang Cheng veía que la habitación elegida era espaciosa y se encontraba limpia, pero que no había decoración ni lo necesario para que alguien viviera allí. Notó la pantalla de privacidad y las salpicaduras de agua en el piso al otro lado de la habitación, por lo que dedujo que por ahí debía estar A-Yang.

Quería una habitación adecuada para un discípulo directo de la secta, pero a su vez sabía que este no sería solamente un discípulo directo.

Él se encargaría de la decoración dentro de la habitación, ya había ordenado la decoración del Muelle de Loto a partir de sus recuerdos y en mayor parte los de su hermana cuando este tuvo que ser reconstruido, por lo que sabía cómo hacerlo para que encajara con el resto de las edificaciones. Había líderes que consideraban la decoración como una tarea trivial, para él era algo importante, no quería parecer descuidado con su secta.

— No es necesario, yo me encargo. Quiero esa tela— señaló una de las telas— en las cortinas de aquella ventana. Y este color para la alfombra,— señaló otra— las mantas deben ser de esta tela y tener este color...

De esa manera empezó haciéndose cargo de cada detalle en la habitación hasta la fragancia que quería en el incienso que se pusiera en el quemador para ello. A pesar de que muchos pensaran que aquello era un detalle inútil, a él le parecía necesario que el niño se sintiera bienvenido en su nueva residencia.

Por cada orden que dictaba, los sirvientes iban y volvían trayendo lo que pedía y lo acomodaban donde él quería.

En unos minutos, la habitación se veía mucho más acogedora, la mayoría de sirvientes se habían retirado, solo quedaban los que habían traído las túnicas interiores y exteriores que usaría el niño, además de los zapatos y diferentes artículos necesarios en la vestimenta típica de un discípulo del clan Jiang.

El nuevo discípulo de Muelle de LotoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora