El reloj se podía escuchar, al igual que las gotas en el lavabo, todo era demasiado tenso, su madre sostenía la taza de té intentando cubrir su temblor, era lo mismo cada vez que volvía a la casa de sus abuelos maternos, la observaban durante mucho tiempo negando, escupían palabras de desdén hacia su mamá sobre lo estúpida que había sido al dejarse embarazar a corta edad, y maldecían al irresponsable de su padre por no poder darles una mejor vida.
—Escuché que Sasori está en proceso de divorcio—Sakura tomó del té en un intento desesperado porque no se cayera al suelo, fracasando en el proceso
—Debe llegar casi a los 60—Soltó el comentario—Es difícil continuar sin una pareja estable a esa edad
—Tú casi tienes 40 ¿Qué son veinte años de diferencia?
—Treinta y siete, tengo esa edad—Su madre se dejó caer de hombros
—Sigue siendo un gran artista
—Y yo soy una médica reconocida
—Bah, patrañas, un hombre de buen apellido te da reconocimiento, no los títulos escolares, espero que no sigas los mismos pasos de tu madre—Esta vez se dirigió a Sarada, nuevamente intentando reconocer el rostro, lo había visto en alguna parte y no recordaba cual era el nombre de esa persona
El padre de Sakura bajaba con dificultad las escaleras, sosteniendo una gran caja con documentos.
—Me voy con Tsunade—Soltó Sarada, levantándose de ahí, haciendo resonar la puerta-mosquitero de la entrada—No pienso soportar más ridiculeces—Gritó
—¡Sarada!—Dijo su madre entre dientes, tapándose el rostro
—Malagradecida como tú, ¿De quién sacaría el mal carácter?
—Recuerda que no sabemos quien es el padre, no nos lo presentó—Gruñó el hombre
Sarada espero afuera, pero logró escuchar lo que le gritó la madre de su mamá—Dile a tu amiga la gorda que no se robe mis plantas
—¿Todavía no?—Se quejó Chöu, odiaba venir a casa de los abuelos de Sarada, eran groseros, anticuados y racistas, no entendía como su madre había sobrevivido con tal carácter si sus padres eran una mierda
—vámonos
—¿No esperaremos a tu mamá?
Sarada maldijo por lo bajo, sentándose en la mecedora de al lado.
—¿Tenían que mencionarlo?—Les regañó Sakura, buscando su visa
—Esa niña tiene el derecho de tener un padre
—Ya lo tiene
—Pero no esta contigo, ¿No es así?
Dejó de buscar y los miro—¿Qué es lo que quieren?
—No recibimos el suficiente dinero de tu parte para mantener las bocas cerradas, ¿Crees que de viejos podemos vivir como merecemos? ¡Tu padre no tiene trabajo! Yo no puedo hacer nada con la cintura rota, dijiste que ibas a mandar una enfermera y no lo hiciste
—No entiendo como el tema del padre de Sarada pueda mejorar su condición—Sakura entornó los ojos tratando de buscar más rápido la visa
—Esa niña no tiene un rostro cualquiera, y tu no serías tan tonta para tener a la hija de un malviviente, esa niña tiene sangre de familia acomodada, por eso la escondiste ¿No es así? Recuerdo que Namikaze venía a buscarte mucho
—¿Y? No me digas que Namikaze es el papá—Empezó con el tono irónico que odiaba tener
—No, pero el puede saber, últimamente viene seguido, visita al viejo Jiraiya, viene con sus hijos
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La propuesta
Fiksi PenggemarCansada de su vida poco privilegiada, del sufrimiento de su amiga por sus relaciones románticas, de la violencia cotidiana en su entorno y por el constante cuestionamiento acerca de su nula interacción romántica, Sarada Haruno decide aceptar una pro...