FAR BEYOND ── JAYDICK

⠀⠀⠀⠀✵✵⑤ | CHIAREZZA

Dick se cubrió sus ojos cuando la puerta se abrió de par en par.

—Ven, pasa —dice adentrándose unos pasos en la habitación.

—¿En dónde estamos?

—Es una de las zonas del Inframundo, ahora, entra por favor.

—Vaya, no sabía que tenías modales. —bromeo, sorprendiéndose a sí mismo y a Jason, quien sonrió al notar el cambio.

Dick se abrió paso en la habitación y quedo sorprendido al ver a sus alrededores.

El pasto alrededor era de un verde tan intenso, había varias hileras de árboles frutales y algunos animales correteando por ahí, era un paisaje que nunca en su vida como Dios de la primavera había encontrado.

En medio de ese enorme jardín había una inmensa fuente, similar a la que Hal tenía en el Olimpo; el hermoso paisaje no parecía tener fin y había personas que caminaban por el bosque.

—¿Todos están muertos?

—En teoría si, o al menos en tu mundo lo están, pero están vivos en el mío —respondió mirando a su alrededor.

Dick lo imito, mirando con asombro todo a su alrededor, se acercó a la fuente, quería tocar el agua.

Estiro su mano, remojándola en agua y la recogió, el solo verla provocaba que una sed enorme se apoderara de él. Estuvo a punto de beber un poco, cuando una flor llamo su atención.

El aciano que se había secado ante el toque de Jason, estaba ahí; tintineante, lleno de vida.

—Este lugar, es muy hermoso —dijo acercándose para tocar la pequeña flor.

—Lo es, me gusta estar aquí.

—¿Aquí estuviste todos los días en los que estuve encerrado? —pregunto con curiosidad.

—No, bueno, al menos no todo el tiempo.

—Entonces, ¿dónde estabas?

—Sígueme —respondió, esperando que Dick comenzara a seguirlo antes de irse hacia otra parte del Inframundo.

Caminaron por los largos pasillos hasta dar con una habitación escondía en la oscuridad, donde al asomarse, dieron con un enorme cáliz que brotaba del suelo.

Jason se acercó, colocando sus manos alrededor, provocando que el agua dentro del cáliz brille en un verde que a Dick le pareció familiar.

—Este cáliz, es el único vínculo que tengo con lo terrenal. —explico.

El agua dentro del cáliz comenzó a proyectar la vida en la tierra, mostrando a los niños jugando, hombres trabajando y a las mujeres cosechando, Dick podía verlos a todos. Pero también noto la oscuridad que los cubría.

—¿Puedes ver a Tim y a Damian? —pregunto esperanzado.

Jason asintió, acerco su dedo meñique al agua comenzando a moverlo en círculos, de pronto, los pobladores comenzaron a desaparecer, dando pase a una imagen de Damian y Tim.

Ambos se encontraban acostados en un árbol, muy lejos de su hogar. Damian se veía notablemente cansado, mientras que Tim se veía más delgado, pero algo que compartían era la mirada cargada de tristeza.

—¿Y a mi padre?

—No puedo ver a Bruce en el monte Olimpo —respondió, solo para observar como de pronto Tim y Damian levantaron la mirada ante la llegada de su padre.

El rostro del Dios de la agricultura reflejaba toda la tristeza y el dolor por el que atravesaba en ese momento, Dick se sintió desfallecer y las lágrimas inundaron nuevamente sus ojos azules.

Jason sintió como su interior se removía ante el dolor que se proyectaba en el rostro de Dick.

—Dickie... —susurro llamando la atención del Dios menor.— ¿Quieres ir a casa?