Poco a poco nos damos cuenta. Todo lo que parece perfecto, acaba. Todo lo que nos hace felices, se arruina. Todo aquello que nos ilusiona, nos asusta. Todo aquello que queremos, se va. Simplemente dice adiós, o no, a veces ni eso. Todas esas esperanzas que teníamos en que la próxima vez sería perfecto, se agotan. Todas aquellas lágrimas que surgieron en el principio, vuelven. Todo aquello que creímos un sueño, resultó ser verdaderamente un sueño. Todo lo que nos duele, vuelve. Todo lo que nos hace daño, regresa. En ocasiones parece que estamos destinados a ello, a sufrir, a llorar, a despreciar, a las decepciones, a las desilusiones....Parece que en realidad todo lo que nos rodea nos hace daño, y no es justo. Luchar es algo grande, costoso. Valorar cuesta, pero se logra. Intentar cuenta, pero no sirve. Empezar es lo mejor, pero acaba. Querer es maravilloso, pero duele. Quizás lo que la vida nos quiera trasmitir es que siempre va a haber algo que nos dañe, que nos quiebre, que nos mate. Ese algo tal vez sea importante, o quizás, en mi caso, muy importante, pero no importa, aún así está. No valen historias, no valen sentimientos, no valen valores, no valen remordimientos, no vale arrepentirse, no vale no ser culpable, siempre se es. No vale nada cuando todo duele. No vale nada cuando todo te sangra, cuando hasta tu corazón sangra. Todo es dolor, todo son lágrimas, todo son heridas, todo son grietas, todo son oscuridades, todo es nada.
No me voy a cansar, no me voy a olvidar, no voy a aceptarlo, no es justo. Yo si te quiero, yo si te valoro y te aprecio. Te quiero mucho, demasiado. En muy poco tiempo te has convertido en alguien imprescindible para mi, alguien a quién no puedo perder, porque, sin más ni más, no sería yo. Si no pudiera verte, sonreír, reírme contigo, hablar, pensar, vivir feliz, no sé que haría. Todo se vuelve complicado cuando parte de lo que más te importa se va. Solo te pido eso.
Por favor no te vayas, me he equivocado muchas veces, lo sé. Pero esta vez no, esta vez, yo fui la que dio la cara, la que luchó porque esto no pasara, aunque, por lo que veo, en vano. Sin más palabras, eres imprescindible en mi vida, no hay más. No podría vivir sin un apoyo tan grande como el tuyo. No intento conmoverte, tampoco hacerte sentir mal ni culpable, solo intento que te des cuenta de que yo si te quiero, mucho, y no acepto perderte. No puedo, antes me voy. Antes no vivo. Antes no existo.