Para que luego no se me quejen "Zedd" y "Serena" Aqui, utilizaré el nombre de Dean, pero él sigue estando poseído por Cahol, que conste.
- Tu concepto de tomar algo me sorprende bastante, Claire -me dijo Sam mientras yo bailaba con la copa en la mano.
- Cállate y disfruta un poco de la vida.
Sam resopló y se tomó su copa de un trago.
- ¿Ves? Ese es el espíritu.
- ¿Y tú desde cuándo bailas? -me preguntó mientras pedía otra copa.
- No sé, me ha dado por ahí.
- ¿Esas no son...?
Me giré, a la discoteca entraron 4 chicas. Cada una con su propio físico y su propio encanto.
- ¿Amigas tuyas? -pregunté.
- Son las amigas de la chica que murió.
- Ahm -las miré detenidamente- La de pelo rizado te está comiendo con la mirada.
- ¿Tú crees?
- Sí, ataca, tigre -dije.
- No pienso entrarla.
- ¿Por qué? Es mona.
- Me da vergüenza -dijo Sam agachando la cabeza.
- Que fuerte -dejé la copa encima de la mesa- Yo me encargo.
- Claire, ¡estate quieta! -ignoré completamente a Sam y me acerqué a ella.
- Hola -le dije.
- Hola -me respondió.
- Oye -señalé a Sam- ¿Te gusta?
- No está mal, pero que nada mal -por un momento creí que se le caía la baba.
- Pues bien, acercate a él, plantale a un beso y al tema.
- Sí, el pobre lleva mucho tiempo sin sexo.
- ¿Tú crees? -me preguntó.
- Sí.
- Pues allá voy.
Ella se acercó a Sam, hablaron unos minutos y luego se fueron.
- Hecho.
Me volví a acercar a la barra y cogí mi copa.
- ¿Y Sam?
Casi salto del susto.
- Joder, Cass, deja de hacer eso, un día de estos me da un infarto -dije poniendome la mano en el pecho.
- Perdón. ¿Y Sam?
- Está... desahogandose.
- ¿Cómo?
- Algún día lo descubrirás -una de las chicas de aquel grupo se acercó a nosotros- Y creo que ese momento a llegado.
- Hola, soy Nicte -dijo apoyandose contra la barra.
- Yo Cass -Cass miró por encima del hombro de la chica y me miró, yo levanté los pulgares.
- ¿Te gusto?
Vaya, la chica no se anda con rodeos.
- Eh... -el ángel me volvió a mirar, yo asentí de continuo- Sí.
- ¿Y vives muy lejos?
- Eh...
Me acerqué.