𝘛𝘩𝘦 𝘙𝘦𝘵𝘶𝘳𝘯 | Weyler/Wedyler (Merlina x Tyler)

Goodbye Jericho

Meses después (4-6).

Aproximadamente eran las 7 en punto de la mañana, y Merlina se despertó por el llanto de su hija, quien lloraba desde la otra habitación. Actualmente era su nueva alarma y ciertamente era muy molesto, pero, después de todo, no había nada que pudiera hacer más que acostumbrarse a su nueva vida siendo madre. Echó un vistazo a Tyler quien dormía a su lado, abrazándola fuertemente como un perezoso aferrado a un árbol. Lentamente se movió con intenciones de no despertarlo, sabía que estaba cansado por el trabajo, y que en una hora tendría que marcharse, así que, dejó que descansara el tiempo suficiente.

Finalmente se liberó de sus brazos y se levantó de la cama en dirección a la habitación de su hija. Una vez allí, primero comprobó si todo estaba bien con ella, luego se acercó al marco de la puerta y entró viendo a su bebé, quien estaba despierta de pié en su cuna, quien sonreía alegremente al verla acercarse, y comenzaba a dar pequeños saltos en señal de su entusiasmo al ver a su madre. Extendía sus brazos para ser sacada de ahí.

—Así que... ¿Quieres salir de tu prisión?—dijo poco antes de sostenerla y sacarla de ahí dentro. Leonora tan pronto como fue liberada de su cuna, se aproximó al rostro de su madre y asemejó un pequeño beso ensalivado en su mejilla. —Ew.. No hagas eso..—frunció el ceño antes de limpiarse la saliva de su mejilla con desagrado, pero ciertamente retuvo una pequeña sonrisa en su rostro, como muestra de que realmente le pareció una acción desagradablemente buena, ya que nunca lo había echo antes. Luego notó como se reía.

—¿Acaso eso es gracioso para ti?—no escuchó más que balbuceos que para nada comprendía.

—No hablo el idioma de los bebés. Pero, ¿tienes hambre?—cuestionó mientras la miraba, luego notó como ella tomaba una de sus trenzas y la llevaba a su boca, por lo que rápidamente se la retiró. —¡Oye! Eso no es comestible. Te llevaré a la cocina.

Dijo y luego bajó al primer piso junto con ella, encontrándose con Tyler, quien ya estaba despierto.

—Buenos días querida—decía a Merlina, luego miró a su hija. —Y hola a mi princesita—mencionó con una sonrisa levantándose de la mesa para acercarse a ellas y extender sus brazos hacia su pequeña. Merlina los miró a ambos con una pequeña sonrisa de adoración en su rostro. Leonora rechazó irse a los brazos de su padre, solo quería estar con su madre.

—¿Uh?

—¿Ah? ¿Qué?—Tyler miró desconcertado a su pequeña. —Hey, ¿y yo que?—soltó frunciendo el ceño con los brazos cruzados.

—No me mires a mi, yo no le dije nada—se defendió Merlina, igual de sorprendida que Tyler, normalmente era más apegada a el, pero eso no era algo que realmente le tomara mucha importancia.

—No es justo, ¿por qué no me quieres hoy? Vamos, ven, ven con papá—decía todavía extendiendo sus brazos hacia ella, pero ella nada de aceptar. Solo comenzaba a molestarse y Merlina lo notó.

—Tyler, ya, no la obligues si no quiere.

—¿Le dijiste algo? ¿Por qué ahora eres tu su favorita?—dijo cruzándose de brazos.

—Ya te dije, no tengo nada que ver con esto. Además, debes irte o llegaras tarde.

—Bien, pero todavía tenemos una charla seria pendiente sobre esto, pequeña—mencionó antes de tomar las llaves del auto e irse, no sin antes despedirse de sus chicas.

Que raro que no haya aceptado irse con el.

Era algo extraño, en el momento que el se iba a trabajar, siempre tenía que consolar a su hija, ya que se la pasaba entre llanto y llanto extrañando la presencia de su padre, pero en cambio ahora, ni siquiera aceptó irse a sus brazos, pensó que quizás por esta vez fue diferente. No le tomó mucha importancia y se dirigió a la cocina con el motivo de dejar a su hija en su trona para buscarle algo de comer, pero Leonora se negó a ser dejada ahí, por lo que cuando notó que la soltaba comenzó a llorar mientras tiraba de sus trenzas evitando ser dejada.