08

528 90 7
                                    

— El es mío.

— P-Pero... —trató de detenerlas.

— ¡Nadie es dueño de nadie!

— ¡Pero el es mío!

— Dios mío. —suspiró Hanbin. — Yo no soy de nadie.

— ¡Hanbin-ah! —le reprochó Hao con un puchero.

— Es que es verdad, no soy de nadie. —miró directamente al mayor. — Pero por ti puedo hacer una excepción.

— Pero yo te pedí salir, Hanbin. — éste volteó cuando la voz de Kim Sunoo interrumpió. — Respóndeme tú.

— Sunoo, yo realmente... no puedo aceptar. —acabó por decir. — Eres un chico muy lindo, pero yo ya acordé salir con Zhanghao para esa feria. Lo siento mucho, de verdad, me lo hubieses pedido antes y probablemente hubiese aceptado, pero Hao hyung me lo pidió primero y no lo pude rechazar porque tampoco tenía con quien ir.

El castaño sonrió victorioso.

Dos días después de que Hao y Hanbin acordaran su salida a la feria de fin de año organizada por la escuela, específicamente el centro de estudiantes, Kim Sunoo llegó hasta él para pedirle la cita.

Porque Hanbin podía ser un nerd con pocos amigos, pero a causa de su cursilería reconocida por todo el salón, tenía a varios pretendientes e incluso varias que querían salir con el.

Afortunado o desafortunadamente Hao ocupaba todo el corazón y mente de Hanbin.

— ¿Para las vacaciones de verano estarás libre?

— Umm... —tenía que pensarlo. — Supongo, no creo hacer mucho.

— ¿Podemos salir ahí?

— Ehh... — Hanbin miró de reojo el semblante serio de Hao posado sobre la silueta de Sunoo. — Claro, no es molestia ni nada de eso. —le sonrió.

— Genial, Bin. —el le devolvió el gesto de sonreír. — Te avisaré cualquier cosa.

Antes de retirarse, Sunoo dejó un coqueto beso en la mejilla de Hanbin. Incluyendo en el, una marca de labial difícil de ignorar.

Hao lo notó y giró a Hanbin cuando vio al otro chico irse por el pasillo.

— ¿Uh? — el mayor tomó las mejillas de Hanbin. — ¿Dejó una marca?

— No lo sé, no me puedo ver.

— Pues claro que lo hizo, joder. —fingió molestia. — Podemos solucionar esto.

— ¿Solucionarlo?

El castaño asintió tiernamente, sacando de su bolsillo un labial bastante rojo. Hanbin frunció el ceño.

— ¿Qué quieres hacer?

— Creatividad. —abrió el objeto y giró de el para poder pintarse los labios de un rojo bastante intenso.

Palmeó sus labios entre sí para esparcir mejor el color, terminando por sonreírle a Hanbin coquetamente.

Tomó el rostro del menor entre sus manos, alzó sus pies un poquito para poder llegar perfectamente a su cara y junto a una sonrisa, comenzó a repartir beso por beso en la piel de Hanbin, dejando así marcas de labial por todos lados y provocándole un sonrojo intenso al menor.

— Listo, ahora todos saben que eres mío. —fingió inocencia.

— E-Eso suena tóxico. —tartamudeó.

— No lo digo literalmente, Bin. Sé que no eres mío y no eres de nadie, y que eres libre de hacer lo que quieras con el chico que quieras. —explicó. — Pero mi manera de decir frases lindas es esa, no conozco otra.

— Ah... entiendo, que curioso de tu parte. —rió tímidamente.

— Bin.

— ¿Si?

— Eres mi pedacito de cielo favorito. —besó su nariz.

Y eso que Zhang Hao odiaba la cursilería.

빈늘 "cursi" - haobinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora