» Egotistic ©;; Tsukihina ✔

Egotistic ©

Advertencia:  este Fanfic pude llegar a tocar la sensibilidad de algún lector, si no estás en tu mejor momento, evita leer. Leer es bajo tu propio riesgo.

❝A veces, el mayor acto de amor hacia una persona consiste en desaparecer de su vida❞.

—Me gusta un chico.

Confesó repentinamente. Kei no entendía el porqué, por qué Hinata le diría, específicamente, a él. Su secreto. Pero suponía la razón y, es que no le interesaba en lo más mínimo los asuntos del chico, para empezar ni siquiera eran amigos, ni tenían la suficiente confianza para decirle al otro un tema importante. No, no entendía.

—Ya veo.

Los dos siguieron el resto de su camino en silencio. Kei no se atrevió a hablar nuevamente y parecía que shōyō tampoco.
No volvieron a mencionar eso. O al menos hasta dos semanas después. Esta vez Kei salió del entrenamiento un poco tarde de lo habitual, aunque no demasiado para considerarse un Hinata 2.0. En su camino se encontró con Kageyama. Ambos caminaron hasta la salida de karasuno en silencio, así era hasta que Kageyama habló:
—Me gusta Hinata.

Él fue directo. Pero Kei siguió sin entender. De todas las personas de karasuno, porqué él.

—Ya veo.
Esta vez, su voz tembló un poco. Si bien Hinata no era su amigo al menos conversaban lo suficiente para no llamarse "desconocidos", en el caso de Kageyama era diferente, totalmente. No lo entendía.

Tal vez ni siquiera quería hacerlo.

Los dos grandes idiotas de Karasuno no solo le habían confesado que estaban enamorados, sino también de un chico, e indirectamente que se gustaban. Sin duda que eran idiotas.
A Kei no le importaba guardar ese "secreto" aunque si le generaba curiosidad. Desde cuándo se volvieron tan cercanos cómo para contarse secretos.
En un abrir y cerrar de ojos los dos acudían de tanto en tanto a él para contarle más secretos. Kei no entendía. Cómo podían ser tan tontos para no saber que se gustaban, y tenía que confesar que le era divertido escuchar de vez en cuando sus avances amorosos.

—Tsukisima, te lo pido, dale esto por mí. Solo no le digas que fui yo. —tenía una expresión suplicante que se reflejaba en su ojos mientras tenía sus dos manos juntas.
Suspiro.

—bien.

En ese instante Hinata saltó y lo abrazó. Kei sonrío y Hinata lo miró asombrado.
Kei no se podía explicar el porqué, aunque a Hinata no le pareció importar el por qué. Ese pequeño gesto les generó mucha más confianza a ambos.

A Kei le pareció tomar un pequeño gusto por ayudar a Hinata, siendo el más tímido, no pudiendo decir que le gustaba Kageyama en un inicio. Además de ser muy energético y cambiar fácilmente de humor. Y pedirle cosas que no se atrevía hacer por su cuenta. Era tan divertido que se burlaba de él en su cara.

—¡Para de reírte! —exclamó enojado con los cachetes inflados y las mejillas un ligeramente rojas.
—¿Por qué lo haría? Es tan divertido burlarse de ti.

Miro a Hinata que intentaba esconder su vergüenza debajo de un libro.

—Si no quieres que siga burlándome de ti, ¿por qué no le confiesas a Kageyama que te gusta?
—No es tan fácil.

Sus ojos se encontraron. Kei deseo que esa mirada fuera para él.
Los dos se quedaron estupefactos cuando de la boca de Hinata comenzó a emerger pétalos de girasol y no solo eso, sangre también.
—Hinata tú...
Frente a sus ojos se desplomó. Ese pequeño sol perdió su color.