Capitulo XXX

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Todo había pasado en cámara lenta, era como si hubiera entrando en un transe, Lauren escuchaba a lo lejos y observaba con dificultad a los que pasaban a su alrededor, doctores y enfermeros, voces ausentes y desconocidas, era como regresar al pasado, como volver a vivir aquel accidente que casi le costaba la vida.

Camila entró en la sala de urgencias con desesperación buscando alguna señal de Lauren, encontrándose con un rostro bastante conocido, la chica quien sabía perfectamente que la Cabello estaría en ese estado, se acercó a ella y trató de calmarla.

-¿Un dolor abdominal muy fuerte? - le preguntó incrédula.

-Si, le están haciendo varios estudios así que por favor, respira y cálmate, ella está ahora bien, le colocamos unos analgésicos para el dolor y está dormida, cuando despierte puedes pasar a verla.

-Está bien, voy a calmarme, pero dime Rebe, tú debes de saber a que viene ese dolor, ¿tienes alguna idea?

La expresión de preocupación en el rostro de Camila hizo que la situación fuera más difícil para Rebeka, quien en secreto amaba a la Cabello, se había enamorado de ella como nunca, pero sabía perfectamente lo que Camila sentía por Lauren y decidió en el primer momento guardar esos sentimientos bajo llave y tratar de olvidarlo, amarla con tanta profundidad ocasionaba en ella un total dolor al mentalizarse que posiblemente sufriría al saber la verdad, no quería causarle ese daño, pero era inevitable, solo le quedaba rezar para que los exámenes dieran una luz de esperanza ante el cuadro crítico que a primera vista parecía haber en la situación de Lauren.

-Debemos esperar los resultados, a primera vista no podemos decirte nada, no es seguro, solo queda esperar, créeme que en cuanto se sepa algo yo misma te traeré las noticias, por ahora prométeme que estarás tranquila - le pidió, tomándola de la mano.

-Te lo prometo - afirmó, dejando escapar un suspiro.

La chica Cabello solo tuvo que esperar una media hora para poder entrar a ver a Lauren, el rostro de la ojiverde se iluminó al notar quien era esa persona que tomaba su mano y depositaba cálidos besos haciendo que su cuerpo recibiera la energía necesaria.

-Hola amor - le saludo casi en un susurro.

-¿Como te sientes? - le preguntó, besando los nudillos de las manos de la inspectora.

-Me duele un poco, pero estoy mejor.

-Te han hecho estudios, en un momento traerán los resultados, estoy segura que no es nada grave, tú eres muy sana.

Lauren le sonrió con tristeza en su interior, aquel dolor que sintió hace unas horas, ese dolor que le hizo perder el conocimiento no podía ser simplemente nada, algo le decía que seguramente vendrían tiempos difíciles.

-Así será cariño, ¿y los niños?

-Están bien, Sofía aún en el cole y el peque en casa con Greys - le respondió, tomando su mano con delicadeza.

-Si debes ir a casa, ve, no es necesario que te quedes acá.

-Sabes muy bien que eso no va a pasar, me quedaré contigo hasta que salgas de aquí - sentenció.

La inspectora Jáuregui sabía que no podría hacerla cambiar de opinión y era tanto su malestar que no quiso intentar contradecirla, por lo que simplemente se relajó y espero con paciencia que alguien le diera alguna información sobre su estado de salud.

Dinah hizo acto de presencia un rato después, haciendo chistes malos sobre un presunto embarazo por tener relaciones sexuales sin protección con la chica Cabello, haciendo que el ambiente se tornara más llevadero.

-Créeme que sueño con un bebé que se parezca a ella, es lo que más quiero - decía una ilusionada Camila.

-Amor, Stiff vale por dos bebes y Sofía vale por cinco mil, y aún así estás pensando en tener más, tú eres la leche - le dijo Lauren, con incredulidad.

-Me da totalmente igual, quiero un hijo contigo - refunfuño de brazos cruzados.

En ese momento la puerta de la habitación se abrió y por ella hacía acto de presencia Rebeka junto a otro médico, Camila al ver la cara de la chica supo que algo no andaba bien.

-Chicas, necesitamos hablar con Lauren en privado, por favor.

Camila miró automáticamente a la inspectora buscando alguna objeción de aquello, pero parecía ser que también estaba de acuerdo en recibir los resultados a solas, cosa que le pareció injusto, fuera lo que fuera, quería estar a su lado.

-No pasa nada chicas, puedes dejarnos a solas - habló Lauren.

-No debes estar hablando en serio - le dijo Camila, mirándola con incredulidad.

-Camz, por favor - le suplicó.

Lauren sabía perfectamente que nada bueno traían esos resultados y no quería que Camila estuviera presente cuando los médicos lo dijeran, quería afrontarlo sola, asimilarlo de la misma manera y cuando se sintiera un poco más aliviada de la impresión, contárselo y hacerle ver que para ella, todo estaba bien, que fuera lo que fuera iba a salir bien.

-Vale, Lauren - dijo, tomando su cartera y saliendo de la habitación con molestia.

-Tratare de calmarla - anunció Dinah, yendo detrás de ella.

El silencio reino en la habitación cuando solo quedaron los tres, Lauren, Rebeka y el médico.

-No es nada bueno, ¿verdad? - preguntó la ojiverde con nervios.

-Sabes que lo que más quisiera ahora es decirle lo contrario Lau, pero lastimosamente hemos hecho algunos estudios y los resultados han arrojado que pareces de cancer uterino.

Aquellas palabras entraron como una ráfaga de fuego en su interior, su corazón comenzó a latir con fuerza y su presión pareció bajar de golpe, Rebeka notó aquello automáticamente y se acercó a ella, le tomó de la mano y con total claridad, sin usar el dialecto científico propio de un médico, el médico que estaba junto a ella le dio a detalles todo lo que esa enfermedad implicada y el procedimiento que debían tomar ahora con rapidez.

-Mikkel es el mejor especialista de la zona, el va a tratarte y hacer lo imposible porque salgas de eso - le animó la chica.

-Así es inspectora, haré todo lo que esté en mis manos, por ahora vamos a empezar con otros estudios más a fondos para conocer que tan avanzado está y poder proceder, por ahora es sumamente importante que tengas calma, se que es difícil, pero hay que tener fe.

Lauren soltó un suspiro profundo, uno lleno de preocupaciones y miedos, la vida, de unos años para acá, se había empeñado en ponérsela difícil, estaba cansada de tanto, necesitaba un respiro, un stop a todo, pero parecía que la tormenta a penas estaba comenzando; miro por la ventana y lo primero que noto fueron esos hermosos ojos café que la observaban llenos de preocupación, su Camz, esa chica que le había devuelto las ganas de amar, esa con la que soñaba una vida juntas, la amaba tanto que le dolía imaginarla sufriendo, quería luchar, iba a luchar por ella, estaba dispuesta a lo que sea.

Una Bala Directo al Corazón - CamrenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora