La vida me había puesto en una situación engorrosa, sin embargo siempre salía ileso de todas las pruebas y esta vez no sería diferente. No perdería lo que tenia con Hyemin por una aventurilla que tuve.-¡Yuna, que gusto saludarte!— debía ganarme un premio, no cualquiera transforma las ganas de asesinar a alguien en felicidad, fingida, pero felicidad al fin y al cabo—. ¿Qué tal sigue tu abuela?
Su rostro se tensó, pero se las arregló para mantener la compostura y carraspeó antes de responderme.
—Bastante bien, de hecho ahora que lo mencionas, voy camino a visitarla, le mandaré saludos de tu parte.
Reí ante su reacción. Es verdad que algunas veces la calentura me ganó y me terminé involucrando con mujeres de segunda, pero la mayoría de las veces era selectivo de con quién me acostaba y Yuna, mi linda Yuna no era la excepción. Bastante guapa y educada, provenía de una familia adinerada aunque no tanto como la mía, bastante tonta si me lo preguntan, pero nunca importaba, sabía cuál era su rol en este juego y eso me encantaba. Adoraba el orden y sobretodo el control.
Es por ello que nuestra pequeña palabra clave me salvó el pellejo, lo cierto es que su abuela había fallecido mucho antes que ella naciera, mencionarla de traducía a "lárgate, tengo asuntos que atender" y claramente había captado a la primera.
Hyemin pareció relajarse, pero estaba seguro que más adelante tendría que explicarme a fondo, las mujeres adoran las explicaciones y la palabrería.Yuna se alejó de mi auto para entrar al suyo, se despidió con un ademán y me dejó a solas con mi Hye.
—Es muy linda— soltó con una indiferencia fingida. Claro que era bella, de otra forma jamás la hubiera visto ni para pasar el rato.
—Sí, Yuna es linda pero le falta algo que tú tienes —sonreí mientras desabrochaba el cinturón de seguridad.
—¿Ah, sí? ¿El qué? —preguntó con interés.
—Gracia.
Las mujeres adoraba ser aduladas, no iban directo a la comparación, pero siempre te acorralaban para que de tu boca saliera algún cumplido que pusiera a otra mujer en su lugar. Al fin y al cabo no eran diferentes a los hombres, les gusta ser alabadas.
Sonrió con suficiencia y me dedicó una mirada que nunca olvidaré.—Jeon Jungkook, sí que sabes conquistar.
Obviamente, mi amor.
—Solo digo la verdad— me hundí de hombros mientras bajaba del auto para abrirle la puerta—. Además, no puedo desaprovechar nunca la oportunidad de recordarte lo genial que eres.
Extendí mi mano para auxiliarla a bajar. La sujetó sin problema y descendió con delicadeza.
Intercambiamos un par de chistes mientras subíamos por el ascensor y yo solo podía tratar de contener mis ganas de desnudarla ahí mismo, todo en ella era seductor; desde sus carnosos labios hasta sus almendrados ojos. No podía con el deseo que sentía por ella, era la primera vez que una mujer me parecía fascinante.La dulce charla que salía de su boca me tenía cautivo. Podría haberme hablado del tema más trivial del mundo y para mí sería como un reinicio de todo lo que sé, una clase de renacimiento.
Hyemin, me tienes diciendo puras idioteces. Pensé mientras la veía sonreír entre palabras.
— ¿Qué opinas? —preguntó con atención mientras salía del ascensor.
Estaba ensimismado en toda ella que me perdí de lo que me había estado hablando todo este tiempo.
—Estás en Marte.
Sonrió negando.
—Te decía que esta noche hay una fiesta en casa de Yeri, la chica de nuestro salón.
No me invites por favor.
—Jimin me canceló y quería ir acompañada porque bueno... no conozco a nadie y...
—Me encantaría ir contigo.
Pensándolo dos veces, en una fiesta había más posibilidad de terminar juntos.
Imaginarla con un vestido ajustado y un maquillaje cargado no solo me animaba a ir también avivaba aquel deseo que tenía por ella.Abrí la puerta de mi departamento con sutileza. Si había algo que enganchaba a una mujer, sin duda alguna, era el dinero. Y no las culpaba, ¿A quién no le seducía el poder que el dinero trae consigo?
No fallé cuando vi como escaneaba mi espacio. Con el detenimiento suficiente como para imaginarse el dinero invertido, pero con la rapidez que se requiere para no verse como un chismoso.
—Es increíble —murmuró.
—Me costó un par de meses adecuarlo a mí —sonreí mientras colgaba mi abrigo y pedía el suyo—. Y
Estoy satisfecho con mi trabajo, si puedo alardear.—Tienes todo el derecho.
Se sentó en mi sofá y solo pude fijarme en sus pálidas piernas cruzarse con gracia.
Quise resistirme, de verdad lo intenté, pero mis ganas de saber si había avanzado me vencieron.Me senté junto a ella y en un intento de seducción crucé mi brazo sobre su cuello después de prender el televisor. Había abierto un botón mi camisa y arremangado la misma.
Ese día en particular había colocado un poco más de colonia y me había esmerado en mi cabello.
Había hecho de mi persona una invitación a la lujuria. Esperaba que funcionara.Noté como miró mi mano libre, adornada con dos anillos plateados y una pulsera a juego.
Su cara giró al mismo tiempo que la mía y en un instante se abalanzó a mí como una famélica.
Un gemido salió sin aviso de mi boca y me vi ahuecando sus mejillas en un intento desesperado por profundizar el beso.
Sus frías manos se deslizaron por mi pecho y empezó a desabotonar mi camisa uno a uno.
Mi corazón latía desenfrenado y mi respiración aumentaba el ritmo.
Quería detenerme, no imaginé que pasara tan rápido, de verdad quería disfrutar el momento, quería que pensara que no era como los demás. Tenía que proteger mi imagen si quería que funcionara, pero no podía.
Era mía y quería reclamarla, quería hacerla mía de una vez.
¿Era un pecado dejarme conducir por mis deseos más naturales?
No, no lo era.
En un intento de hacerle saber mis intenciones, deslicé mi mano debajo de su falda y acaricié su muslo con detenimiento.
Y antes de poder deshacerme de su blusa el contestador sonó.
"Soy Jeon, no estoy disponible, deja tu mensaje"
—Jungkook, soy yo, tengo la información que me pediste — la voz de Namjoon resonó por la instancia, siendo interrumpida únicamente por los sonidos que nuestras bocas provocaban—. Tienes que saber esto... Kim tiene un historial en...
Me levanté abruptamente para cortar el mensaje.
Hyemin no puede saber mis andadas. No por ahora.
Me miró extrañada y le sonreí de lado mientras me quitaba la camisa.A la mierda los modales.

ESTÁS LEYENDO
Nightmare [jjk]
FanficUn chico obsesionado puede ser una verdadera pesadilla. Tal vez Hyemin debió ser más cuidadosa, pero ¿quién podría resistirse a Jungkook? 𝐄𝐥 𝐚𝐦𝐨𝐫 𝐝𝐮𝐞𝐥𝐞, 𝐜𝐚𝐮𝐬𝐚 𝐞𝐧𝐨𝐣𝐨, 𝐜𝐞𝐥𝐨𝐬, 𝐨𝐛𝐬𝐞𝐬𝐢ó𝐧... ¡¿𝐏𝐎𝐑 𝐐𝐔É 𝐍𝐎 𝐌𝐄 𝐀𝐌�...