Las lágrimas me quemaban, sentía que el corazón se me iba a salir del cuerpo y me dolía el vientre de tanto hipar.
- ¡Build!
Nada. Miré la hora, ya eran casi las siete, así que sin más, tomé mi mochila y me la llevé al hombro.
- ¡Build, por favor, quiero hablar contigo!
No quería salir, pero era muy necesario hacerlo. Debía escapar de allí, por lo menos por unas cuantas horas. Solo que primero debía asegurarme de que Bible no estuviera detrás de mi puerta como un perro guardián.
Cuando ya no oí nada, o me pareció no oír nada, salí sin hacer ruido. Me limpié las últimas lágrimas y seguí hasta la escalera. Pero como era de suponer, nada de lo que planeaba salía nunca como lo imaginaba y me encontré a Bible parado al pie de la escalera.
- ¡Aléjate de mí! -le exigí mientras bajaba los peldaños.
-Vamos, escúchame. No quise decir lo que dije - intentó detenerme, pero logré zafarme-. Build...
- ¡Tú nunca quieres decir lo que dices, Bible! ¡Pero lo dices!
-No, no. Por favor, déjame explicarte.
Llegué hasta la puerta de entrada.
- ¡Apártate, Bible! ¡Esta mañana lo has dejado muy en claro y no necesito que te expliques más!
Las lágrimas volvieron a inundar mis ojos y mi pecho se contrajo dolorosamente. De inmediato cerré los ojos y los apreté con fuerza para que no notase el llanto.
-Biu...
-No, te lo pido...Si no te importa nada, solo déjame en paz porque a mí sí me duele. Solo... -me giré sobre mí y estiré el brazo para tomar el picaporte de la puerta, pero fue demasiado tarde.
Bible me tomó por los hombros y luego me envolvió en sus brazos pegándose a mí por la espalda. Sus manos apretaron mi cintura y sentí un intenso cosquilleo en el vientre. Oí su respiración profunda pero creí que no lo hacía en serio. Lo único que se me venía a la mente en ese momento eran las tantas veces que Bible se había disculpado: "lo siento", "realmente lo siento", "perdóname", "lo siento mucho". Lo había dicho tantas veces que ya no estaba seguro que lo dijese con sinceridad. Parecía un acting.
La mochila se me deslizó del hombro y cayó a mis pies como un peso muerto.
-Por favor... -me pidió.
Apoyé la frente sobre la fría madera de la puerta. Me costaba sostenerme con mis propias piernas y sentía como si me hubieran drenado toda la sangre del cuerpo y me hubiese quedado completamente vacío. Lo peor era que solo él podía devolverme la vitalidad.
-No puedo, Bible. Ya no...
Me costaba respirar y sentía que las lágrimas me rodaban por las mejillas. Me faltaba el aire.
-Te pedí perdón y podría hacerlo un millón de veces si así lo quisieras - susurró con sus labios pegados a mi cabello.
-No lo sé. Yo...yo no lo sé. Me confunde tu contrariedad, Bible y temo que de un momento a otro cambies de opinión -dije y luego de aflojar la presión de sus brazos sobre mi cintura, me giró hacia él en un movimiento lento. De inmediato bajé la cabeza.
Su respiración era irregular.
-Lo sé, y lo siento tanto. No tenía previsto de que esto sucediera. Lo último que quiero es herirte, Biu. Eres lo mejor que me ha pasado.
Sus palabras me golpearon con fuerza.
Respiré profundo. No podía moverme. No cuando lo tenía tan cerca de mí. Sin embargo, tampoco hubiera querido alejarme, pues había algo magnético en él, algo hipnótico que era al mismo tiempo destructor.
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MI DULCE DESTRUCCIÓN [BibleBuild]
Romance"El amor no se puede borrar de un plumazo. Una vez que se instala en tu corazón, amenaza con ser eterno". Bible Sumettikul había dejado de lado su faceta de chico malo, corredor de carreras ilegales, y mujeriego empedernido, hace mucho tiempo. Ahora...