Lunes 31 octubre.
*Alina Jones.
¿Por qué los vuelos son tan largos? Perdí media vida de México, Morcun hasta aquí.
Mientras los Verona acomodan mis maletas en la habitación de Darek (ahora mía). Yo planeo hacerme unas galletas para cenar, algo simple. Para ellos siendo unos hombres tan disciplinados en el ejercicio y dieta van a comer pescado con ensalada. No objetarè, sus majestuosos cuerpos no se hicieron comiendo chatarra mientras veían películas.
Amarro mi cabello rubio teñido en una coleta alta.
Comienzo a sacar todos los ingredientes. Esparzo en la barra un montón de harina, tengo antojo de unas galletas con frutos rojos. Avanzo hacia el refrigerador buscando unas cerezas y frambuesas.
Al dar vuelta me recibe un puño de harina. Me sacudo el rostro para abrir los ojos.
—¡Gabriel!
Él sonríe divertido.
—Yo no hice nada —menciona haciendo un puchero infantil.
Agarro un puño, lo lanzó en su dirección, logra moverse. Le cae a Vince quien viene entrando.
—Era para él —chillo aguantando unas carcajadas.
Aprovecho que Gabriel está riéndose como loco para atacar. Vince se aproxima a la batalla.
—¡Qué hacen! —grita Azael, los tres tenemos nuestras bombas preparadas. Nos observa como un padre furioso descubriendo a sus hijos malcriados haciendo maldades. Detrás de él, aparece Hal.
—Nada —Gabriel esconde su mano.
Arrojo el polvo hacia Azael.
Sacude su rostro y hunde las cejas. Acaba de molestarse, ¡Alguien tendrá problemas!
—Gabriel empezó —me excuso como niña chiquita.
El mencionado también lanza su proyectil al rubio. Vince le llena la cara de harina a Hal. Felices juegos del hambre y que la suerte esté siempre de mi lado.
Azael agarra el rostro de Gabriel para meterlo en esa montaña de mezcla blanca.
—¡WEY! —grita él mientras es empanizado.
Nos echamos a reír.
—Hey... —Darek es callado por una bomba de Hal.
Nos mira a todos llenos de blanco. Niega riendo.
Agarro otro puño, lo lanzo hacia él.
—Esa fue traición —se sacude —, somos del mismo equipo.
—Es todos contra todos, Verona —comento levantando mi sartén como escudo del Capitán América.
Darek avanza hasta esa pila de harina.
—Eres una mala influencia, Alina. Acabas de llegar y mira tu desastre —comenta lanzándole un misil a Hal.
—Tengo un poco de maldad dentro de mí, Darek. Eso no ha cambiado, ni cambiará.
Sonríe.
—¡Yo quería ayudar a preparar la cena! —grita Azael siendo atacado.
—Gabriel inició —reitero subiendo mi traste como defensa.
Terminamos de cocinar. Nos miro a todos hechos un desastre. ¡Fue una buena batalla!
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Eternas cicatrices del otoño 2 🍂
Teen FictionLa tragedia hizo acto de presencia destruyendo todo. Algunos salieron del abismo, otros abrieron los ojos y descubrieron esperanza. Nuestra incompleta hermandad continúa lidiando con esos tormentosos demonios, sanar las heridas no será fácil. Intent...