Inasequible

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El sonido de las aves cantando lo despierta, el aire frio llena la habitación y Will tirita por el frio que se cuela, la delgada sabana que lo cubre es insuficiente en este momento. Ahora mismo parece imposible de creer que tan solo ayer sentía el calor abrazador de la fiebre y la ventana abierta que le ofreció consuelo ahora lo azota con crueldad colándose en sus huesos, se revuelve en la cama con dificultad y abre un ojo para terminar frunciendo el ceño por la molesta luz de la mañana. Bufa con fastidio y suelta un gruñido lanzando un golpe al aire que da en alguna parte del hombre que esta recostado a su lado.

- Olvidaste cerrar la ventana – Se cubre con la sabana y se esconde. Siente a su pareja moverse y sin articular palabra se pone de pie a cerrar la ventana.

- Aún es temprano, duerme un poco más – Escucha la ventana cerrarse y siente apenas un toque en su cabeza seguido de un suave beso entre sus rizos castaños – Te hare el desayuno, no tardo cariño.

Lo escucha salir de la habitación llevándose su calor consigo y Will siente el lazo que los une tirar de su parte omega, la sensación es extraña y lo descoloca por unos segundos, la cama instantáneamente parece enorme y fría. El olor de su pareja esta por todos lados pero es cada vez más insuficiente, necesita contacto directo, las mariposas en su estómago aparecen y sonríe, su parasito comienza a moverse efusivamente anunciando que tiene hambre. Por lo que obliga a su cuerpo a salir de la tibia cama, toma una enorme camiseta blanca que fue dejada a los pies de la cama y se coloca las pantuflas tres números más grandes a su talla. Baja perezosamente a la planta baja y escucha el ruido armonioso característico de los instrumentos moverse, el refrigerador está abierto y ve la espalda desnuda frente suyo, bufa burlonamente y estira los brazos para enredarlos alrededor de la cintura de su pareja, su prominente estomago es ahora un poco estorboso para dicha acción, pero a ninguno le molesta.

- Apenas voy comenzando, pero estará listo pronto así que mientras toma las vitaminas – Asiente con la frente recargada en la tibia piel de la espalda ancha y se dirige a un taburete junto a la barra de la cocina, hay tres pastillas, un vaso de agua y una manzana verde picada en un platito junto a un tenedor pequeño.

- Las náuseas han disminuido casi en su totalidad – Mete las pastillas en su boca y se termina el vaso de agua por completo, el hombre frente a él ahora enciende las hornillas y hace su magia a una velocidad admirable. Llena a Will de orgullo y su pecho se infla con amor por el hecho de estar siendo cuidado, recarga los codos en la barra y columpia sus pies que no llegan al suelo – Supongo que es lo bueno de que tu amante sea un doctor – Su tono es sarcástico y con intención de molestar al otro, que frunce el ceño pero no detiene su manos y movimientos.

- Somos compañeros, no amantes – Dice firmemente, Will sonríe y asiente. Pasan unos minutos en donde el desayuno está bastante cerca de terminar de ser preparado.

- Pero yo era tu amante antes ¿no? – Eso sí parece desesperarlo, porque golpea el cuchillo que usaba para cortar fresas por la mitad contra la tabla de picar y azota ambas manos en la superficie apretando la herramienta mientras gruñe.

- Llevas mi hijo dentro, mi mordida en tu cuello y mi nudo es el que te llena, así que por favor deja de hablar de esa forma o tendremos un problema Will ¿Entendiste? – Will asiente satisfecho y sonríe sosteniendo su mentón entre ambas manos.

- Este bebé es lo mejor que pudo haberte pasado ¿No es así Hannibal? Solo así pudiste atraparme, hombre listo – Hannibal lo mira y apenas sonríe terminando de colocar la fruta picada en un pequeño recipiente de cristal.

- Fue una coincidencia bastante inesperada pero gratamente recibida – Coloca los platos frente a Will y sonríe con malicia mal disimulada, es una sonrisa satisfecha, de alguien a quien no le importa por encima de quien tenga que pasar para conseguir lo que quiere, y en este caso para suerte de Will, era a él lo que el galardonado hombre quiere.

Inasequible (Hannigram)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora