Era de noche, plena primavera, se estaba empezando a sentir el calor que posteriormente vendría junto con el verano y las tan apreciadas vacaciones.
Había salido a caminar, quería despejarme, con la primavera también llegaron algunos que otros exámenes finales y ya tendría que estar preparándolos. Soy una persona demasiado estricta con mis notas, no solo porque mis padres me lo demanden, sino que es con lo único que podría destacarme ya que no hay nada ni deporte con el que pueda sentirme cómoda como hobby, aparte de escuchar música, que no lo considero como un pasatiempo muy único.En fin, con esa caminata perdida en mis pensamientos pude llegar a un destino concreto, la plaza.
No había nadie, estaba demasiado desolada, y aunque esté de noche, a veces hay madres que llevan a sus hijos. Pero este no fue el caso, así que en vez de quedarme en una plaza tan tristemente vacía y sin ninguna alegría de un pequeño inocente radiando por ahí, preferí ir a comprar un poco de comida a algún restaurante que me llame la atención.Y digo esto porque soy también una persona que le encanta probar cosas nuevas, experimentar sentimientos y sabores, etcétera por lo tanto, hoy era un buen día para poner a prueba un restaurante y degustarlo tan apasionadamente.Seguí rondando por las calles sin ningún fin pero memorizando cada nombre, para no perderme obvio. 10 minutos rondando hasta que encontré el restaurante perfecto, era uno de carnes rojas, pero la fachada me hacía tener unas inmensas ganas probar el plato más singular que cocinaran.
Así que entré, pedí justamente como lo pensé en mi mente.
Mako: -Hola muy buenas noches, me puede dar el plato más extraño que tengas?.
Chef: -Muy buenas noches, enseguida.Oh, hay algo que no les conté, soy impaciente, totalmente impaciente, no puedes dejarme esperando demasiado tiempo porque me voy, protesto o exijo las cosas en ese momento. Estoy consciente de que un plato de esa magnitud me duraría un tiempo considerable. Pero en ese plazo mi mente no deja de gritarme, y protestarme a mí. De cualquier manera tendré que esperar, tengo hambre por eso no vale la pena hacer un papel.
Ya el tiempo a pasado y me dieron mi pedido, empaquetado ya que estaban por cerrar y no podría quedarme a comer. Me habían dado carne de guanaco por lo que había entendido de algo que me dijo por encima el chef, ¿Qué es Guanaco?, no sé pero suena exótico.
Salí del local y emprendí caminata al supuesto camino que me había memorizado con tanta excelencia...Mentira, todo era mentira.
¡No sabía donde estaba!, solo me había memorizado las últimas calles, y ahora estoy en un lugar súper oscuro que parece ser un templo, ¡no quiero rezar!, quiero irme a mi casa a comer guanaco y nada más.
No pero mi mala suerte no puede ser peor, no claro que no.
Había gente. No era gente que tú la miras y dices, oh bueno me radia confianza, no, no, gente es muy general, HOMBRES, GIGANTES, CON CARA DE YAKUZAS Y TRAJES NEGROS. ¿Saben lo terrorífico que estaba siendo para mí experimentar aquello?, me estaba haciendo pipi. Estaba a nada de salir corriendo para la dirección opuesta porque usando un poco de razón, uno puede calcular que está en una zona no muy pública que digamos.
Ay pero justo me miraron, de-película. Yo que en mi vida había sido notada, hoy fui, no sabía si agradecer o despreciar aquella bendición pero en ese momento no recé.De pronto se acercaron, de a poco, los pasos resonaban en el balastro, las caras se iban tornando cada vez más terroríficas, sus sonrisas se iban estirando, y yo me sentí chiquita.
extr 1: -Pero que tenemos aquí...
extr 2: -Que chica tan bonita..., y sencilla como me gustan a mí.
extr 1: -Justo a mi también.
Mako: ...
extr 1: -¿No quieres venir con nosotros por las buenas?.
Mako: No.
Wow, cada vez me sorprendía a mi misma, como mi voz no tembló, eso es una buena señal pero creo que después de esto no voy a poder comer mi guanaco porque lo vomitaría todo.
extr 1: -¿Ah no?, Entonces tendré que dejar de tratarte como princesa.
extr 2: Y más te vale que te quedes quieta.
A no, eso si que no, a mi no me llevan para ningún lado, en mi vida peleé, es más, nunca di ni siquiera una mísera cachetada, pero para todo hay primera vez.
Solté mi guanaco y pronto ellos se lanzaron encima mío, ¿Cómo saldría de esta?, Tampoco sé pero más vale intentarlo.
Y empecé como loca a tirar puñetazos, pellizcos y patadas, no voladoras pero patadas con una buena adrenalina por dentro.
No me tenía fe, pero rato después me pude ver encima de los dos hombres como una mujer empoderada y lista para sobrevivir a cualquier desatare natural, cosa que no era así porque si la gente me viera a mi, mi aspecto, dirían que perdí.
Solo ellos y yo sabemos que soy la ganadora. A todo esto mi guanaco estaba destrozado, no le quedaba casi nada a la bandeja, como si un perro hubiera aprovechado para quitarme todo mientras yo me ocupada de pelear contra el mal.
Y yo con mis ganas de descubrir el sabor levanté la bandeja y le fui hasta las escaleras procurando que estos matones todavía sigan desmayados. No tenía cuerda ninguna para atarlos, ¿pero quien tendría?, nadie sale con una cuerda a comer o ir a la plaza.
En fin, de-película.
Y esto no terminaba, no claro que no.
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Áfati agápi❕ •Sano Manjiro•
RomanceLa curiosidad mata al gato, o a veces lo hace más fuerte. -me importas tú, y tú- 🌊 nadie más que tú ©️ Piel Canela-Cusco