-POV 3ra PERSONA-
Camisa de seda blanca, pantalón de vestir negro a juego con los zapatos y el saco Dior. Rolex en la muñeca derecha, y aquella larga gabardina Dolce & Gabanna, para protegerse del viento frío, recuerdo del invierno que acababa de ocurrir. Mientras caminaba por los pasillos del colegio, Yoon Jaehyuk dejaba tras de sí aquel rastro de fragancia Sauvage.
Se podría decir que era como cualquier otro día, sin embargo, la caja de satín rojo que llevaba en la mano derecha, informaba que en realidad se trataba de un día especial.
-Buenos días, Jaehyuk –saludaron varios compañeros de clase de manera alegre, apenas lo vieron entrar al aula. Jaehyuk respondió del mismo modo, sin escatimar en sonrisas, hasta que, tras dar apenas un par de pasos dentro del aula, la vio: la dueña de su corazón, y, si todo marchaba bien aquel día, la dueña del regalo que llevaba en aquella caja.
-Teume –dijo al detenerse frente a ella-, buenos días.
Kim Teume respondió del mismo modo: alegre, con una sonrisa iluminando su rostro, y con un brillo en los ojos. Haciendo su mejor esfuerzo para esconder aquella caja de satín, Yoon Jaehyuk extendió el otro brazo, y con un amplio y elegante movimiento, dijo:
-¿Me acompañas? Me gustaría hablar contigo.
-C-Claro –fue la respuesta de Teume, visiblemente confundida, pero, aun así, confiando plenamente en él.
Yoon Jaehyuk rozó sus largos dedos en su cintura, y tras un suave contacto que duró apenas un par de segundos, ofreció su brazo para caminar a su lado por los pasillos del colegio.
-¿A dónde vamos? –preguntó Kim Teume, cuando hubieron salido del edificio donde se encontraban las aulas de tercer grado, y cruzaban ahora por el vacío campo de futbol.
-Me gustaría nuestra plática se llevase a cabo en privado –fue la respuesta de Jaehyuk.
Caminaron unos cuantos metros más, en silencio. Cuando finalmente se detuvieron, se encontraban en un extremo del campo de futbol, exactamente junto a un árbol que no había perdido sus hojas durante aquel invierno, donde finalmente Jaehyuk soltó el brazo de Teume, y ella tuvo que contener el impulso de apoyarse contra el grueso tronco que esperaba silenciosamente a su derecha, y limitarse a esperar de pie, entrelazando los dedos de ambas manos, conteniendo el impulso de jugar con ellos.
-Bien –dijo ella, pero incapaz de decir nada más, se limitó a mirar como Jaehyuk cubría la mitad de su rostro con su puño, claro indicio de que se encontraba igual de nervioso que ella-. ¿De qué era de lo que querías hablar? –insistió Teume, haciendo el mejor esfuerzo para aligerar el ambiente.
-¿Sabes? Hay veces en que, si cierro los ojos, y paso mi lengua entre mis labios, aún puedo saborear el chocolate que me regalaste en San Valentín. Lo hiciste tú, ¿verdad?
Teume asintió en silencio. No esperaba que Jaehyuk recordase aquel chocolate. No cuando sabía no había sido la única que le había regalado chocolate casero por San Valentín, el mes pasado.
-Es un sabor al que podría acostumbrare, si he de ser honesto. Así que creo que lo mínimo que puedo hacer, es responderte el gesto –Jaehyuk procedió a extender aquella caja de satín rojo por delante de Teume, en un claro indicio de que esperaba ella lo tomase-. No se compara con tu esfuerzo de preparar algo con tus propias manos, pero espero igualmente sea de tu agrado.
Kim Teume tomó la cajita con ambas manos, y tras confirmar tenía permitido el abrir el regalo, un brazalete de oro blanco resplandeció delante de sus ojos.
-No puedo aceptarlo –dijo con voz temblorosa. Y es que no necesitaba saber mucho de joyas para entender aquella pieza tenía unos considerables ceros en su costo-. Jae...
-Por favor, Teume –insistió el chico, apurándose a colocar su mano sobre la de la chica, para que no le regresase la caja-. Acéptalo, por favor.
-Es demasiado costoso, Jae –esta vez fue el turno de Teume de insistir, al tiempo que negaba firmemente con la cabeza-. No puedo abusar así de ti.
-No es ningún abuso –fue la pronta respuesta del chico, al tiempo que tomaba el brazalete y lo sacaba de la caja, ofreciéndoselo a Teume, quien hacía su mejor esfuerzo para no mirar la pieza de joyería, y mirarlo a él-. No pienses que estoy intentando comprar tu amor, pero es la mejor manera que tengo de demostrarte lo que significas para mí. Así que, acéptalo. Aceptar el brazalete significa que aceptas mis sentimientos. Por favor –añadió en un anhelante susurro-, acepta mis sentimientos...
-Jaehyuk, yo...
Pero Teume no tenía más excusas. ¿No había sido ese el motivo por el cual le había regalado chocolate casero en San Valentín? Para confesar que Yoon Jaehyuk le gustaba. Y ahora que resultaba que Yoon Jaehyuk también tenía sentimientos por ella, ¿iba Kim Teume a rechazarlo, simplemente porque su manera de confesarse involucraba bastante dinero?
-No me gustas por tu dinero –insistió la chica, al tiempo que, aun negándose a mirar el brazalete, lentamente extendió su mano, claro indicio de que le daba permiso de colocárselo-, quiero que quede claro –agregó con voz firme.
-Me queda claro –fue la respuesta de Jaehyuk, quien procedió a colocarle el brazalete en la muñeca, mientras no podía evitar sonreír, visiblemente emocionado-. Aunque igualmente espero logres aceptar todos los regalos que tengo planeado darte.
-Jae...
Pero el sentir aquel cálido contacto cuando Yoon Jaehyuk entrelazó sus dedos en los suyos, hizo que sus palabras se convirtiesen en un susurro, hasta perderse en el silencio.
-Me gustas mucho, Teume –susurró él, sujetando la mano de la chica, y procediendo a dar un tierno beso en la punta de sus dedos-. Me gustas de verdad.
Cuando Yoon Jaehyuk se inclinó sobre Kim Teume para robarle su primer beso, esta vez fueron ambos quienes se liberaron de cualquier excusa y pensamiento que no fuese felicidad absoluta.
Ayñ, Jaehyuk oppa x'D
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De cómo TREASURE se le declaró a KIM TEUME
FanficSerie de one-shots para activar el delulu interior.