¿Por qué estoy llegando tarde? Simple, quería un helado... valió la pena.
— Lo siento, ¿Esperaste mucho? — pregunto aquel hombre acomodándose el saco cuando llego a aquella mesa, dónde un chico de cabellos claros se levantó de golpe ante su presencia.
— No se preocupe, no espere mucho — dijo manteniendo la mirada gacha, sumiso.
Al de tez morena le sorprendió su caracter tan dócil, como si temiera de todo. Eso no le gustaba, le atraían las personas mas decididas y que mostraban un carácter. Y ese chico no lo tenía.
— En ese caso, por favor, vamos a sentarnos — dijo tranquilo, intentando no asustarlo.
El pequeño asíntio y se sentó, nervioso. Sus manos temblaban un poco, sabia que si fallaba su padre lo castigaría severamente.
Y también el ya quería a alguien que lo quisiera, algo como en los libros que leía o como las parejas que veía en las calles, aquellos a quienes su mamá llamaba "Exhibicionistas" por simplemente darse un beso.
— ¿Ya sabes que pedir? — pregunto al castañito que aún miraba la carta, el otro nego levemente, apenado — En ese caso permíteme recomendarte la carne agridulce, sabe increíble — termino en una sonrisa, hablando de su platillo favorito.
El otro chico correspondió a su gesto, mostrando una bonita e inoptisante sonrisa de oyuelos.
No podía negarlo, desde que poso su mirada en ese chico pudo ver la inocencia y belleza en persona. Sus cabellos claros color miel con toques grises contrastaban a la perfección con su bonita piel vainilla, la forma de sus ojos era tan tierna que le conmovía el corazón. Pero lo que más le encantó fue la maravillosa combinación de todo el con aquellas ropas. Un traje negro que se cernía a su cintura, resaltando sus caderas y su bonita figura. Todo combinaba con el, y sin embargo la actitud tan sumisa de este chico no le convencía.
No quería una pareja así.
Pero aún podían ser amigos, así que así lo vería este día. Una tardeada de amigos.
Hoseok
El menor pensaba que el pelinegro era muy atractivo, y sobre todo amable, pues en cada acción que daba procuraba ser educado y atento. Cada vez que no podía cortar algo por estar nervioso el otro sonreía y le ayudaba a cortar la carne.
¿Era normal que su corazón latiera? ¿Estaba bien que sus mejillas se pusieran calientes cuando conectaron miradas?
— Ya me aburrí — suspiró el otro mientras mordía su cuchara.
Hoseok bajo la mirada a su cuchara de comida como si fuese la cosa más importante de todo el mundo, pero en realidad era solo porque era la mejor opción para mirar mientras se perdía en sus pensamientos. Se sintió triste, tal vez para el mayor estaba siendo todo una perdida de tiempo al contrario de lo que el sentía que era maravilloso.
— Lo siento — susurro con un nudo en la garganta, a punto de llorar. Si, era muy sensible y esa era la razón de que todos lo odiaran... que con solo palabras vanales lloraba.
Pero no podía evitarlo cuando se estaba divirtiendo y disfrutando tanto el momento como nunca lo había hecho antes, era comodo agradable. Las sonrisas, las pequeñas bromas que soltaba el mayor junto a aquella risa profunda, la forma en que sus labios se alineaban para formar un tierno cuadrado.
— ¿He? No es tu culpa, tranquilo — soltó preocupado cuando miro las lágrimas salir de sus ojos — Yo hablaba de este lugar, se ve muy serio y aburrido.
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One shots [Vhope]
FanfictionEs una serie de diversas historias del Vhope, dónde la mayoría solo tendrá dos o tres capítulos. Cada historia es diferente. L.03.04.23.1.00