Capítulo 286

114 13 5
                                    

Narra Malú

Me despierto un par de horas después, aún desnuda salgo de la cama y noto como Mateo busca mi cuerpo estando dormido. Cojo mi móvil, unas bragas limpias y una camiseta de manga para meterme en el baño. Abro el grifo dejando el agua correr para templarse y me siento en el borde del jacuzzi.

- "¿Cenamos esta noche?"

Intento que mi agobio no se lea en aquel mensaje.

M: "Iba a escribirte"

Su respuesta llega al instante.

M: "Cena, una botella de vino, tú y yo"

Me hace falta leer dos veces aquello para entenderlo del todo. Creo que mi mejor amigo también necesita una conversación.

- "¿Estas bien, Melen?"

M: "De puta madre"

Suspiro.

M: "Te espero en casa a las 9"

- "😘"

Apoyo el móvil y me meto en la ducha para despejarme deseando que el agua aclare las ideas como lo hace con mi cuerpo, pero no llega a pasar.

Salgo del baño vestida y despierto a Mateo.

- Buenos días.

Remuevo su cuerpo sin ser brusca.

- Tenemos que volver a Madrid.

+ Es muy pronto.

Se queja.

- Manu nos está esperando.

Resopla.

+ ¿No vas a darme un beso?

Me busca cariñoso. Dejo un pico en sus labios y mi escurro con la excusa de terminar de arreglarme.

- Necesito un café antes de partir.

Pasar a por desayuno nos exige más tiempo, por lo que también me sirve para argumentar las prisas.

+ ¿Pasa algo?

- Tengo sueño.

Sonrío nerviosa.

- Hemos dormido poquito.

Ablando mis maneras.

+ Voy a ducharme.

Parece conforme con la respuesta. Pocos minutos después bajamos a por café y ponemos rumbo a

Madrid. Evitando cualquier conversación, el trayecto lo hago apoyada en la ventana y como era de esperar, me duermo sin esfuerzo.

+ Malú... cielo, hemos llegado.

Me despierta. Manu deja la maleta en casa y se va.

+ No puedo dejar mucho más tiempo a Eva.

Miro el reloj.

+ ¿Te vienes a casa?

- Tengo mucho que hacer aquí.

No miento. Es lo que tiene parar tan poco por mi propio hogar.

+ ¿Nos vemos esta noche?

- He quedado con Melendi.

No soy capaz de sostenerle la mirada.

- Vamos a cenar.

+ Vale.

Deja un casto beso en mi mejilla y se sube a su coche.

- Genial.

Maldigo en voz alta, reprochándome por comportarme como una idiota. Entro a casa y me refugio en mi zoo, que me recibe con el amor incondicional que solo los animales saben entregar.

- ¿Vamos a dar un paseo, gordas?

Propongo enseñándoles correas. Decido posponer mis quehaceres y perderme con ellas por ahí.

- ¿Estáis cansadas?

Las más pequeñitas reducen el ritmo.

- ¿Nos sentamos un poquito?

Lo hago, llenándolas de mimos aunque sin poder  parar de pensar en Mateo.

- "¿Estas enfadado?"

Decido escribirle y su respuesta tarda en llegar.

+ "No"

Tan escueta como me he comportado yo el día de hoy.

Todos los secretos (Segunda parte)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora