-¿Cómo te llamas?, yo me llamo Jungkook, ¿sabes dónde estás?- preguntó con lentitud y con un tono relajado, esperando no ponerlo más nervioso de lo que ya estaba, uno de los cabellos largos del menor estaba atravesado entre sus ojos, quería acomodar...
— ¿Cómo es que se conocen tu y el novio de uno de mis mejores amigos? — pregunte mientras tomaba asiento en mi cama. Viendo lo desordenada que estaba esta. Sin embargo, era más la curiosidad que mis impulsos de que todo estuviera ordenado.
—Tae es mi mejor amigo que tanto extraño. Es muy extraño que sea pareja de alguien que está en la mafia. Quizá por eso nunca me dijo a que se dedicaba. Pero gracias a la luna y el sol que están aquí hoy. Me ha mejorado muchísimo que este aquí. — Dijo el menor mientras acomodaba la parte donde se había dormido. Dejando ver la ropa que traía puesta. (la foto que Tae subió).
—Oh entiendo, aún está en pie lo de Corea. Pero mientras disfruta. — Jungkook bajo su barrera y camino hasta el cuarto de closet, buscando algo casual para colocarse. No iba a salir en traje a un club. Así que eligió su outfit preparado para el día de hoy. Y comenzó a vestirse.
En cuanto estuvo listo, salió dejando a un Jimin asombrado. Sin embargo, su cara no presentó ningún movimiento.
—Estas listo? — dijo el alfa tomando el pomo de la puerta. Abriéndola y permitiendo que el omega saliera primero para después empezar a caminar a la par.
Y al parecer, era una tradición que todos se juntaran en la sala frente a las escaleras. Pues en cuando Jimin y Jungkook se comenzaron a ver. Todos voltearon a verlos. Algunos con mirada de orgullo y otros con asombro.
—Cada uno en su auto. Como en los viejos tiempos—Dijo el dueño de la mafia, y mientras iban saliendo de la mansión. Les iban entregando sus autos. Empezando por Jackson Y Hobi. Seguidos de Tae y Yoongi, las siguientes fueron Rosé y Jisoo. Nam y Jin fueron los penúltimos y terminaron la entrega de las llaves con un Jungkook tomando estas.
—Es lindo, ¿verdad? —presumió un poco mientras abría la puerta del copiloto permitiendo que Jimin entrará y le cerrará la puerta y rodear el auto. Entrando en la puerta del piloto. Colocándose el cinturón de seguridad.
—si es muy lindo. ¿Aunque todo es muy negro, no crees? — comentó el omega mientras que se abrochaba el cinturón de seguridad.
—Si, algún día comprare autos de otros colores. — respondió el alfa mientras encendía el auto, siguiendo los demás autos. En rumbo hasta el club.
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