Estaba en el auto mientras me llevaban a casa, mi mirada estaba puesta en la ventana, miraba cada parte de la cuidad como si no la viera en años. Estaba perdida, las ganas de llorar me invadían cada segundo qué pasaba. Es un dolor insoportable, preferiría ahora mismo estar bajo tratamiento qué estar pasando este dolor. ¿Cómo pudo hacerme esto? ¿Cómo pudo irse y dejarme pérdida?
—Llegamos —susurró Zack a mí lado
Al bajarnos del coche observamos a Richard con la mirada puesta en sus manos, nos esperaba.
—Jia —dijo en un susurro— Hola
Yo corrí a él y lo abracé. Era su hermano, estaba igual o peor que yo.
—Lo siento Richard —dije llorando— No quería que esto pasara.
—Tranquila —dijo suavemente— Está bien, obvio no lo sabías
Me separé lentamente y lo observé con la mirada borrosa, porque aún lloraba
—Esto me lo dejó para ti —dijo dándome una USB— Es su forma de despedirse.
Él se fue y yo corrí adentro, a mí habitación. Me tiré en la cama y rápidamente encendí mi portátil. Había un video que decía _Para Jia_. Cuando lo abrí apareció Damián y mis ojos se humedecieron.
—Un poco —decía mientras arreglaba la cámara— Listo —y se sentó en su cama— Debes estar enojada conmigo por no decirte que yo era el donante, más bien por mentirte y lo siento por eso. Siento mucho haberme ido pero no me arrepiento, no me arrepiento porque sé que estás bien, sonriendo como siempre
—¿Cómo voy a sonreír idiota? —dije llorando
—Debes estar preguntando por qué lo hice y la respuesta es que tenia miedo. Yo lo había perdido todo hace dos años y ahora que te tenía a ti, no quería perderte. —sonrio— ¿Recuerdas cuando nos conocimos? Fuiste tan tajante que me daba miedo sabes —rió y reí— Pero aún así, no te mentí cuando dije que había algo en ti qué me hacia acercarme. Cuando dijiste que habías sido el 8 me sorprendí y te mentí cuando dije que había sido el 28 en mí instituto, por obra del destino fui el 8 también y por eso te regalé el collar —enseñó un tatuaje qué tenía con el mismo signo del collar— Quería que ese fuera nuestro número, nuestra propia marca. —cambió su sonrisa por una triste— La idea de que un día no estuvieras a mi lado me hacía querer ahogarme a mí mismo y me dije; "¿Si ella se va y yo me voy a ir con ella por que no mejor protegerla?". Te dije que iba a hacer hasta lo imposible, y lo hice porque quería que estuvieras bien —le corrió una lagrima— Puede qué no vuelva a ver tu sonrisa, ni tus muecas, que no vuelva a oír tu sarcasmo, puede incluso qué no vayamos a otras fiestas ni que veamos películas juntos pero estoy ahí, dentro de ti. Estoy feliz porque vivo allí —señaló lo que sería mi pecho y le tembló la voz cuando volvio a hablar— Ahora estaremos juntos quieras o no porque estoy ahí. Lamento el dolor que sentirás pero lo real es que pasará. No quiero quedarme como piedra de tropiezo, sé feliz. Estudia lo que quieras estudiar, no te frustres con la guitarra, tú puedes. Eres mi sol, y una luna no brilla sin el sol, era preferible tú antes que yo. Tienes padres, hermanos, amigos y me tenias a mí. Ve hacía delante, enamorate de nuevo, sé feliz de nuevo. Sonríe y olvidame. Puedes hacerlo, confío en ti , y nunca olvides lo mucho que te amé, te amo y te amaré con toda la vida y todo el corazón. Brilla cada día por mí
Él lanzó un beso con la mano y se despidió
—Adiós mi Estrellita —sonrió
Estaba triste, muy triste, demasiado. No iba a ver su sonrisa, no íbamos a ver películas. Por Dios, me dolía demasiado. Mis hermanos entraron al oír mis gritos, estaba llorando, me dolía el alma, el corazón y la vida
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Número 8
KurzgeschichtenJianna Atlas era un intento de invisibilidad. Sus padres nunca estaban en casa y su hermana gemela la trataba como la real basura por lo que no tenía mucha confianza en sí misma. Pero tal vez alguien se interesaría en ella por ser el número 8. 0 PL...