VI

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Miércoles 9 de Noviembre de 2018

—Pues jóvenes, no tengo más que decir, de mi parte esto sería todo, espero que todos puedan salir de vacaciones antes, y ya no les dejaré tareas porque yo también fui alumno y sé lo que se siente, así que sus deberes conmigo han acabado, el entrando de vacaciones le seguimos —dijo el profesor de matemáticas y justo cuando acabó sonó el timbre indicando que las clases ya habían terminado.

Estos últimos días las clases se me han ido volando, cuando menos me lo espero ya es la hora de salida y pues lo agradezco, todos los estudiantes lo hacemos.

Mientras guardaba mis cosas en mi mochila para poder irme veo que Victoria entra corriendo por la puerta del salón en dirección a mi, ya lleva su mochila con rayas moradas, azul y negras en la espalda y pues su uniforme escolar.

Cuando llega a donde estoy yo, saluda primero a Erick y Eduardo que se encontraban a mi lado y luego me saluda.

—Anian ¿Sí les dijiste ayer lo de mi cumpleaños? —dice entornando sus ojos.

Me pongo una mano en la boca para reprimir un sonido de sorpresa.

—Perdón, se me olvidó por completo, pero ya que estamos aquí ¿Por qué no se los dices tu? —digo un poco nervioso, se me olvidó por completo por que Eduardo ya se iba y por lo que pasó con Erick...

—A estas alturas ya no me sorprende que se te olviden algunas cosas —dice riendo y yo hago una cara de ofendido—. Pero bueno, chicos el domingo es mi cumpleaños y mi mamá me hará un convivio en casa, por si gustan ir.

—Claro que si Victoria —dijo Eduardo—. De mi parte ahí estaré.

—Cuenta conmigo igual —dijo Erick—. Que bueno que nos dices porque apuesto a que Anian no nos hubiera dicho nada por lo olvidadizo que es.

Todos comenzaron a reírse de mí pero no me importó ya que es cierto, a veces las cosas se me olvidan de un segundo para otro o, un ejemplo es que estoy hablando con un amigo y de repente se me olvida lo que le iba a decir... pero no es mi culpa, es mi mente toda loca.

—Ya que al fin todos se burlaron de mí creo que deberíamos irnos para terminar con el trabajo ¿no? —dije muy serio para fingir que estaba molesto.

Todos callaron al instante y su semblante cambió igual a uno más serio ¡Se lo tragaron!

—¿Te enojaste en realidad? —Eduardo me puso su mano en mi hombro y se agacho a mi altura ya que yo estaba sentado.

Su rostro estaba muy cerca del mío y pude oler su perfume... era muy embriagante...

—¡No! Solo estaba bromeando —dije muy rápido para que Eduardo se alejara un poco de mí.

Aunque no entiendo porqué, me gusta la cercanía y las muestras de cariño... pero esta vez me sentí muy nervioso.

—Esta bien, tranquilo An —dijo y vi como él frunció el ceño—. Creo que lo mejor será irnos.

Antes de que yo pudiera decir algo, Erick tomó su mochila y colocó frente a Eduardo, ambos tenían la misma altura.

—Hoy me iré con ustedes —dijo— ¿No hay problema? 

—No, ninguno aparente —dijo Eduardo.

—Bueno chicos, yo los dejo, tengo que irme y ustedes igual así que nos vemos luego —dijo Victoria que me dio un abrazo de despedida y a los chicos solo chocó sus palmas.

Cuando salió del salón yo me paré de mi siento y tome mi mochila para salir por la puerta, Eduardo y Erick iban a mi lado sin hacer un solo comentario, lo bueno es que esta vez el ambiente no se siente pesado como... otros días.

Un Amor ¿Fallido? I (Gay)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora