彡A veces siento que tengo una guerra con mi mente, sobre jugar el juego de los demás o vivir mi propia vida, pero al final del día la felicidad es como una mariposa, intento atraparla cada noche en mi habitación, pero se escapa de mis manos hacia la...
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Deja entrar la luz. Sin miedo. Sin resentimientos. Sin culpa. Sin mirar. Se libre, vive, sonríe.
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Nadie era espectador de aquellas acciones. La casa casi vacia como de costumbre, iluminada tan solo por la luna yaciente en lo alto del firmamento nocturno era un lugar peligroso, lleno de emociones que en algún momento debían ser liberadas.
-Sunghoon yo, solo quería que lo supieras, esto es una mierda, algo demasiado complicado-. El rubio estaba sentando en el marco de su puerta frente a su mayor, quien estaba en igual posición que él. Vulnerable.
Ninguna palabra rondó las paredes, solo respiraciones temblorosas mientras el temor era culpable de ser quién los limitaba, quién los perseguía.
-Es jodidamente complicado. Es como sí nos unieramos en nuestra miserable vida, cayendo sin parar, sin límites-. El menor lo sintió como un murmullo culposo.
-No te culpes, tampoco lo hagas conmigo, nadie es culpable de esto-. con ojos cerrados y el corazón liberado Jay se sentía feliz, en paz con aquello, era lo correcto.
Pasos fueron escuchados por el menor mientras mantenía su posición. Un leve roce a su costado lo hizo comprender que Hoon estaba a su lado.
-Yo siento lo mismo Jay, te quiero, no como un hermano, es terrible, pero estoy harto de guardarlo como si querer fuera un delito-. El pelinegro tomo suavemente la mano del menor. -Pero aunque quisiéramos, no podemos estar juntos, esto es algo que debemos superar separados Jay-.
El menor asintió mientras recibía un beso en la frente de su mayor. Su mirada siguió con ansias a Sunghoon mientras se levantaba y cerraba la puerta frente a sus ojos sin miedo.
Había sido rechazado por quién creía que lo amaba, pero no podía culparlo, lo comprendía, entendía aquel temor, aunque en su dañado corazón adolescente, seguía la esperanza de que algún milagro sucediera.
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Oh, deja entrar la luz, dejame entrar en tu corazón cuidadoso. Mirame y enciende la luz.
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Holiiis, perdón por las demoras, pero la Universidad me consume, gracias por leer <3.
