Mérida odiaba las clases de bordado, rara vez pasaba una clase entera sin clavarse la aguja, en realidad todo lo que tenía que ver con etiqueta y elegancia no era de su agrado
Pero su responsabilidad como princesa y las quejas de su madre, no tenía más, que seguir con esas clases aburridas
Pero había algo que la tenía en un torbellino de emociones con ella misma, algo le estaba pasando
Miró a su alrededor en busca de algún rastro de su hermano.
Hacía semanas que guardaba sus emociones , y necesitaba desahogarse. Pero, como era de esperar, ahora que necesitaba a Jack el no estabaSe había pasado horas recorriendo todos los lugares favoritos de su hermano con la esperanza de encontrarse con el pero nada
Solo para descubrir que había salido de cacería con su padre y que regresaría pronto
En vista de que Jack no estaba en el castillo, Mérida había salido al jardín para despejar su mente que la estaba consumiendo
El día era calido, y había pensado que un paseo le ayudaría a matar el aburrimiento, ya que tenía estrictamente prohibido salir del castillo, a veces sentía que su vida no le pertenecía
A cierta distancia miro a Hans Demora, era el hijo del santo Papa
Mérida se apresuró a alcanzarlo, El suelo helado crujía bajo las suelas de sus zapatillas a cada paso que daba
—¡Hans! —le llamó, sonriente.
Hacía unos meses, aquel muchacho había acudido al castillo para su banqueta de cumpleaños número 16 desde entonces a la princesa le pareció un joven muy agradable, y disfrutó de su charla sobre sus viajes . El había prometido que la invitaria a dar un paseo por las tierras de Corona
Esperanzada espero que el chico viniera por ella
Pero eso ..nunca paso
El se volvió con timidez pero sin quitar su elegancia
—Princesa Mérida , es un placer volver a verla—su voz era un poco neutral, pero Mérida intento ignorarlo
Ella estaba un poco confundida
—¡Me alegro mucho de verte!
—Ya…
Frunció el ceño —¿He hecho algo que te haya molestado?
Hans soltó un suspiro cansado
—En absoluto mi princesa
—Llevo tiempo esperando que me vengas a buscar, como prometiste.
—Pero… —él la miró, perplejo—. No… no lo entiendo—Tu hermano me dijo que no querías saber nada de mí.
—¿Cómo dices?
—Vine por unos asuntos que atender con tu padre —miro como sus pálidas mejillas tomaban un color rojo — tu.. padre quería que tú y yo nos casaramos —
Los ojos azules de mérida se agrandaron, aunque no estaba tan sorprendida ya esperaba esto la verdad, era cierto que su padre un día le escogería un marido, y el hijo del papá no era una mala idea
—Pero tu hermano se ofreció a casarse con una de mis hermanas y me dejó muy claro que no era bienvenido. Me dijo que… yo te parecía aburrido —
Jack parecía haberse acostumbrado a decidir quién merecía sus atenciones . Pero Mérida no necesitaba su ayuda para resolver sus problemas era perfectamente capaz de hacerlo sola.
Se estaba convirtiendo en un dolor sumamente irritanta
Hizo un esfuerzo por controlar sus emociones últimamente, cada vez que se dejaba llevar pasaban cosas extrañas, cosas que debía mantener en secreto hasta que comprendiera lo que le estaba pasando
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Traicion
FantasyUn príncipe con el corazón más frío Una princesa con un poder ocultó Un vikingo lleno de irá Una guerrera con muchos secretos Una búsqueda de venganza que desatará el mismísimo infierno. Y un romance embriagador La amistad y el amor pueden esco...