⎯ rɘd dɘsert.﹝𝟶𝟹﹞

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La música del club resonaba en sus sensibles oídos, si no fuera P power de Gunna la canción que sonaba estaría más enfadado de lo que ya se encontraba.

Estaba recargado en la entrada trasera de DoUs, el club de su hermano mayor mientras lo esperaba, Jungwoo odiaba entrar a ése tipo de lugares, le disgustaba la idea de ver a un montón de hormonales casi copulando en un lugar lleno de personas.

Sacó un cigarrillo de su bolsillo y lo encendió, llevándoselo a su boca.

Inhala, exhala, repite.

Jungwoo sonrió cuando el estrés comenzó a disiparse de su cuerpo, su día había logrado ponerle los nervios de punta, sumándole que no había dormido nada.
Jungwoo era más una persona nocturna por motivos obvios, por lo que levantarse temprano, hacer papeleo y chocar con un tipo raro era algo que habían contribuido a su mal humor.

El chirrido de un auto deportivo derrapando y entrando con rapidez al pequeño callejón donde se encontraba lo sacó de sus pensamientos, observando detenidamente como su hermano se bajaba del lujoso Corvette negro como la noche, junto con sus ventanas polarizadas.
Se apresuró en apagar su cigarro y abanicarse para disipar un poco el aroma, sabía cuando Doyoung odiaba que fumara.

El mencionado finalmente bajó del auto, dejando ver su despreocupado pero elegante atuendo, llevaba una camiseta sin mangas, un pantalón de vestir, sus relucientes zapatos y unos collares adornando su cuello.

-Apenas llego y parece que los dioses me bendicieron con tan hermosa vista. - Pronunció el mayor de los Kim observando a su hermano menor. -Definitivamente has alegrado mi día, Jungwoo. - Terminó de colocarse el saco negro que había sacado del auto, el clima aún era muy frío.

Doyoung cerró la puerta y se acercó sin más preámbulos a su hermanito con una gran sonrisa en su rostro, envolviendolo fuertemente entre sus brazos, para después enterrar su rostro en el cuello del menor.

-¿Humh? Apestas a tabaco. - Murmuró continuando con su olfateo en el delgado cuello, apretando sus dientes con enojo, odiaba que el delicioso aroma de su omega fuera cubierto por esos apestosos cigarrillos. -¿Cuántas veces te he dicho que odio que fumes? - Su olor se estaba agriando y Jungwoo sabía que estaba molesto.
Tragó saliva y agachó la cabeza.

-Responde, omega. - Las piernas de Jungwoo temblaron y mordió su labio inferior hasta hacerlo sangrar, no podía creer que su hermano usara su voz de alfa con él, tenía ganas de llorar del enojo y molerlo a golpes, ser un omega en el mundo de Jungwoo era tan injusto.

-Muchas, Doyoungie hyung... Lo siento, no volveré a hacerlo. - No pudo evitar responder, se lo había ordenado un alfa.

Pocos alfas seguían conservando la voz que hacía someter a los omegas, betas e incluso a algunos alfas, lamentablemente para Jungwoo, uno de esos era su hermano.

-Así me gusta, eres un buen chico, mi cachorro. - Murmuró aún pegado al cuello del menor, inhalando su aroma a vainilla, sintiéndose en el éxtasis, era un adicto al aroma de Jungwoo.

Desde que sus padres habían muerto era de esa manera, Doyoung se había obsesionado enfermizamente con su hermano menor, asumiendo el papel del alfa de la casa en cuanto su padre faltó y volviéndose la cabeza de la familia Kim, Doyoung debía proteger a la familia.
Doyoung debía proteger a Jungwoo, él era su alfa y esa era su obligación, lo que quería hacer, no importaba si tenía que observar cada uno de sus movimientos, si fuera por él habría encerrado a Jungwoo hace mucho tiempo en un lugar donde jamás pudieran lastimarlo... No iba a permitir que pasara lo que pasó su madre.

-Doyoungie h- hyung... Me estás lastimando. - Una pequeña voz lo hizo reaccionar, estaba apretando demasiado el delgado cuerpo de aquel muñeco de papel, casi dejándolo sin aire.

rɘd dɘsert.﹝♡̶﹞jaewoo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora