Naufragando en un mar de ideas, de dudas.
¿Acaso el viajar dentro de una burbuja me salvará de esta solitaria inmensidad?
Las estrellas se ríen de mí diciendo "pobre desdichada, ¿acaso no se da cuenta que pese a nuestra belleza y siendo millones, estamos solas también?"
Aún conservo mis recuerdos, pero, ¿de qué sirven? Solo me hunden más.
La desbocada ira de las olas me obliga a darme cuenta de que no puedo permanecer en el mismo lugar, me fuerza a avanzar.
¿No se dan cuenta de que apunto de reventar?
Lo que puede ser espuma y agua se clavará en mí como cristales.El Sol y la Luna sin mi única compañía constante; viene uno y se va el otro. Huyen entre ellos, o quizás de sí mismos temiendo que su hermosura y fuerza no sea la suficiente para conquistar su más grande anhelo de permanecer juntos, temiendo darse cuenta de que lo que pueden crear cuando se complementan: un eclipse que acabaría con la esperanza de vida.
Son mis únicos amigos y no puedo hacer que permanezcan unidos.
¿Cuándo se ha visto que la alegría y la nostalgia, el pasado y el futuro, se lleven bien?
Debo mantener un presente, necesito mantener la serenidad. Ni mucho ni poco, que eso crearía un huracán que desbordaría cual cascada incontenible. Disfrutar ese momento en el que el Sol muere para dejar respirar a la Luna. Hacen sacrificios uno por el otro. Eso es amor, eso es compromiso.Mi sangre poco a poco se convierte en agua salada, el océano quiere que forme parte de él y sus maravillas. Tengo que escapar. La melancolía se disfraza de algo maravilloso y nunca te dejará ir.
¿Pero cómo ser capazo de abandonar estas lágrimas hechas perlas? Son mi tesoro, forman parte mí, es lo que soy.
He cubierto el mar de ellas, lo he llenado por completo. Mi tristeza se ve reflejada en su cristalidad.Lo que se conoce como "amor" es mi única salida, ¿pero qué es? ¿Es esa belleza reflejada en las flores que tanto sueño pero no he tenido la dicha de conocer? ¿O eso que el mundo llama "agua dulce"? Quien lo pruebe ama su sabor, se convierte en vital para ellos, es apetecible, al grado de formarse una necesidad.
El acaso de mi tristeza está cerca, el conejo de la Luna pronto traerá buenas noticias; o eso es lo que susurran las gaviotas... ¿será acaso solo mi locura que quiere ponerle fin a esta agonía?
Cruel e insípido destino, me trajiste al lugar de mis tormentas, insomnios y desdichas.
¿Por qué me traes a esta isla de realidad? Estaba mejor naufragando en mi inmensidad solitaria.
La copa de las palmeras me hace ver lo que he construido: un gran abismo de pesadez e indiferencia...
pero me consuela con la bebida de aliento de sus frutos, diciendo "estás aquí, y es hora de que hagas algo con lo que tienes. Encontrarás aquel amor con el que sueñas... pero te lo advierto, tiene suaves pétalos, pero también punzantes espinas, tú decides por cuál doblegarte".Este golpe de realidad es muy duro. El viento arrasa con mi equilibrio; la lluvia me hace ensuciarme con cosas que no quiero ver ni sentir; y esta frialdad me está inmovilizando.
Los animales se escuchan por doquier a cada paso que avanzo, se mezclan con la gran tormenta. Los árboles caen creando caos, cual mentiras disipadas por doquier.
Asqueroso mundo, ¿quieres hacerme esquizofrénica? Me pones y dices una cosa para luego cambiarla por completo.
Mis pies duelen, mis brazos pesan, mis ojos arden... tengo escalofríos, y los rastros de luz son mi única esperanza para encontrar un hogar.
Pero aquí hay muchos sueños rotos, los ríos los toman para arrastrarlos con ellos a algún lugar abandonado, a algún lugar donde nadie los recuerde. Porque mejor olvidar, que saber que nunca se hicieron realidad.El descubrir quién soy me está matando... pero amor nunca muere, ¡quiero vivir!
Esta isla, este lugar me dice cómo hacerlo y me da los medios para una alegra y cordial bienvenida. Me cuenta que la arena se convertirá en mi mejor amiga, siempre tendré una parte de ella debajo mío. Porque sí, ya no puedo estar sumergida en mi amor el Mar, pero puedo tener una parte de lo que lo conforma; manteniéndome en equilibrio y refugio.La isla es mi lucha por un hogar; la arena me aconseja que es mejor pisar la tristeza a dejar que esa gran tela de acuarelas azules me ahogue de nuevo, me dice también que las burbujas son fáciles de formar cuando lo necesite, y que en los ríos me puedo sentir protegida momentáneamente, porque son parientes del mar y siempre escuchan.
Debo aprender a fluir con el viento, a bailar con el océano, tener la fuerza de la Tierra y la firmeza de las montañas.