¿𝙀𝙨𝙩𝙖𝙢𝙤𝙨?

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En el dulce hogar de Hirving y Edson, el omega esperaba impaciente a la llegada de su alfa, sí como tal el omega amaba estar cerca de su alfa, nunca se le hacia tan inquietante esperar su llegada.

Ya llegue mi Hirving — aviso el alfa abriendo la puerta, esperando una respuesta de su omega, sin embargo este no tuvo respuesta alguna —

¡Amor! — volvió a llamar el alfa empezando a caminar buscando al omega —

Edson reviso la cocina, ahí no estaba, Edson toco la puerta del baño, no hubo respuesta, Edson se asomo a la habitación y ahí no estaba el omega, por lo que el último lugar donde podía buscar a su omega era en el patio.

Hirving, amor mi vida, ¿estas aquí? — preguntó Edson abriendo la puerta hacia su gran patio —

El alfa miró y miró por todo el patio, hasta que por fin dio con su omega el cual estaba refrescandose abajo de un gran árbol.

Edson sonrió quitándose sus zapatos y calcetas, caminando hacia Hirving.

¿Cómo está mi omega bonito? — pregunto Edson, aunque este no esperaba que la reacción del omega fuera ponerse a llorar — ¿Hey por qué lloras? — pregunto Edson sentándose al lado de Hirving —

Te extrañe mucho — respondió Hirving abrazándo a Edson poniendo su cabeza sobre el pecho de este —

Yo también, yo también amor — dijo Edson algo confundido — Pero si solo me fui a trabajar, nos vimos en la mañana — dijo el Alfa —

Lo se pero aún así, te extraño, quiero estar contigo, aparte me he sentido muy mal desde temprano, estoy vomite y vomite, quiero comer algo y no puedo — lloro Lozano —

Oww, tranquilo mi Hirving ya estoy aquí, deja me cambio y te llevo al doctor ¿esta bien? — pregunto Edson mientras sobaba la espalda del omega —

Ni siquiera quiero levantarme de aquí — Dijo Hirving —

¿Quien dijo que te haré caminar? — río Edson — Para algo tienes a tu alfa — dijo este ayudando a Hirving a levantarse para luego cargarlo de forma nupcial —

Que brazotes — sonrió Hirving mordiendo el brazo de Edson —

Edson grito de dolor al sentir los dientes de Hirving — Ya se que tienes hambre pero no me muerdas — dijo este —

¿Tu crees que cuando me mordiste el cuello no dolió? es mi venganza — bromeo Hirving —

Tienes que admitir que te hice una marca muy bonita — dijo Edson —

Lo admito, es muy linda, han pasado cuatro años y aún sigue tan linda como cuando me la hiciste — sonrió el omega —

Tu sigues tan lindo como cuando te conocí ¿sabes que es lo único que cambio? — pregunto Edson dejando a Hirving en el sillon —

Que me chingue la rodilla y ya no pude jugar fútbol — dijo Hirving —

No — nego Edson — Lo único que cambio, es que pasaste de ser el lindo omega que conocí, a ser mi esposo, el amor de mi vida, y el hombre que más amo — sonrió Edson besando a Hirving —

Si que sabes enamorar — sonrió Hirving —

Por algo te cásaste conmigo — río Edson —

No yo lo hice por que quería ser mantenido, ya me enamore de ti después — bromeo Hirving —

Oh esta bien — Contesto Edson — ¿Entonces todo lo romántico que fuiste fue un engaño? — pregunto Edson siguiéndole el juego —

Si ahora me voy a divorciar de ti y me quedaré con la mitad de todo — río Hirving malevolavente, según el —

𝐃𝐮𝐥𝐜𝐞 𝐄𝐬𝐩𝐞𝐫𝐚 (𝙴𝚍𝚣𝚘𝚗×𝙷𝚒𝚛𝚟𝚒𝚗𝚐)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora