Gwen
Cuando Kaie partió a esa reunión, que me pone los pelos de punta de solo pensar en cómo se desarrollará todo esto, me dejó con la compañía de Lizzie y todas mis preocupaciones pasaron a segundo plano al verla claramente mal. Ahora mismo estábamos sentadas una frente a la otra y podría adivinar con solo darle un vistazo lo que pasa por su cabeza y eso que siempre soy yo la fácil de leer, por lo que sé que hay algo la aflige a tal punto de transmitir su estado a este nivel.
Solo apareció sin dar más que un bajo saludo a Kaie mientras él se iba y luego nos quedamos en esta posición por lo que serían varios minutos interminables en los que no me decido lo que debo decir o hacer. Yo no soy buena en sacar un tema y relajar la situación en cualquier momento, eso es especialidad de la persona que tengo enfrente en estos instantes, la cual se encuentra muy lejos de poder hacer eso.
—Me bajó mi periodo en el mejor momento de mi estadía en este mundo... —bromeo con las nuevas, ojalá fueran, buenas; tratando de iniciar de una vez por todas la conversación— Y creo que eso mejor lo dejamos para después, —carraspeo la garganta y la tomo de la mano decidida— dime, qué ha pasado.
Noto su apariencia mientras ella sigue con la cabeza en dirección del piso, tiene otro tipo de ropa y se le vería muy bonita si no fuera por su semblante con mezcla de varias emociones para nada alegres que pocas veces pintan en su ser sonriente y decidido a comerse el mundo que deja relucir ante los demás. Mis intentos de descifrar la situación son interrumpidos con un repentino gran suspiro por su parte y es ahí que me mira directamente con los ojos llorosos y llenos de rabia o tristeza, o tal vez ambos.
—¡Drix es un grandísimo hijo de puta! Con todo respeto a la reina de este lugar —exclama con todas sus fuerzas que me deja helada por lo fuera de contexto que estoy y la furia con lo que lo dice—. Nunca pensé encontrar a un ser tan despreciable como él, lo odio por todo, lo odio muchísimo. Deseo que se le estrelle un meteorito en esa cara tan... —suelta un gruñido de desesperación— tan "él" para que se esfume de mi vida, joder.
Aprieta su mandíbula conteniendo las lágrimas y con los puños tan cerrados que sus nudillos se vuelven blancos en lo que se cruza de brazos. No digo nada porque realmente no sé qué debería decir en esta situación y dejo que ella se siga liberando de todo lo que contiene adentro, esa fue la mejor solución que opté tomar en estos segundos de estar frente a una versión suya tan sentimental.
—Lo odio, lo odio, lo odio —repite como si se estuviera convenciendo de ello—. Odio haberme fijado en un alienígena Medusa como él, odio que me haya hecho dudar de todas mis barreras hasta el momento para evitar esto y que al final me dejara botada para irse con su prometida —suelta un grito agotado—. Odio sentir siquiera este odio por él, no debería sentir nada.
La información, lanzada como un misil justo ahora, pasa por mi cabeza hasta ir enlazando cada detalle de sus palabras y quedar con la boca abierta queda corto para cómo me encuentro con este descubrimiento.
¿Pero qué rayos ha pasado en estas horas?
—¿¡Te gusta Drix!? —suelto de lo más sorprendida y ella de mala gana asiente, pero luego niega— Eso es un no o un sí.
—Ambos, joder, ni yo sé exactamente lo que es o lo que quiero que sea —se tapa la cara con ambas manos y recuesta su cabeza en mis piernas, inconscientemente le peino el cabello con mis dedos en un intento de hacerla sentir con el respaldo de alguien más—. Escucha todo detenidamente que solo lo repetiré una vez y luego lo desecharé de mi memoria y existencia si es posible.
Solo asiento lentamente preparándome para lo que estoy a punto de escuchar y así me cuenta todo lo sucedido y con todo me refiero a TODO. Lizzie no es de las personas que se avergüenzan de hablar abiertamente sobre su vida sexual, así que traté de borrar esa imagen mental de Drix debajo de ella de mi cabeza lo más rápido posible. No comprendo el actuar de él, más que todo del por qué preguntarle eso a ella para después irse con Asthia, eso para mí es algo importante en todo esto, pero solo puedo suponer y no soy nadie para preguntarle directamente a Drix con todo el lío que nos rodea.
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Renacidos en Orlox
FantasíaVarada en un planeta desconocido, infestado con bestias de todo tipo, sin esperanzas y con todos los planes estropeados para sobrevivir. Y, entre esas criaturas, está un Naga... Un hombre mitad serpiente como en la mitología o cualquier fantasía que...