Capítulo 32: El sonido del reloj

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STRANGER THINGS

SEASON 4

Madelaine

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Madelaine

Bajamos rápidamente de la habitación de Nancy cuando escuchamos a Steve gritar desde la parte de abajo. Cuando llegamos, lo vimos apuntar al techo con la linterna desesperadamente, como buscando algo lo cual no encontraba.

— ¡Dustin! — gritó de nuevo sin darse cuenta de que estábamos ahí, observándolo con rostro confuso los cuatro. Sin entender sus raros movimientos — ¿Hola? ¿Hola? — preguntó varias veces.

— Puede que realmente si tenga la rabia — susurró Robin y Eddie y yo soltamos una pequeña risa.

— ¡Steve! — lo llamó Nancy y este nos miró, apuntándonos con la linterna — ¿Qué hacés? —

— Está acá — habló algo alterado mientras se acercaba a nosotros — Henderson. El muy cerebrito está acá. Está en las paredes o algo. Escuchen — añadió y nos quedamos en silencio, sin escuchar nada.

— Steve... ¿Seguro que no estás alucinando? — dije algo irónica, pero a la vez un poco preocupada.

— No — se alejó y de nuevo empezó a gritar el nombre de Dustin por todas partes.

Lo que nos lleva a la cuestión de antes — escuchamos en un susurro la voz de Dustin y nos miramos entre todos.

— Ese maldito — añadí y seguí a Steve, que buscaba por todos lados una manera de comunicarse con él.

Los cinco empezamos a gritar el nombre de Dustin, pero parecía ser que no nos escuchaba. Lo que era lógico, él estaba en una dimensión y nosotros en otra. Era imposible que por unos simples gritos nos escuchara. Pero entonces se me vino a la mente la vez que Will desapareció, él encontró una manera de comunicarse: las luces.

— Will — añadí de pronto y me miraron — Consiguió hablar con Joyce a través de las luces — me acerqué al interruptor pero no funcionaba — Mierda —

— El generador — señaló Steve a mi lado y yo traté de encenderlo pero no había manera.

— No funciona — dije desesperada, dándole nerviosa al botón — Dios — le di un golpe a la pared.

— Ey, ey — añadió Steve y me agarró las dos manos, mientras me giraba lentamente para mirarlo — Vamos a encontrar una manera — dijo y suspiré, tratando de calmarme.

— ¿Chicos? — nos llamó Robin a los cuatro — ¿Ven eso? —

Ella estaba señalando a la lámpara que había en la habitación con la linterna. En ella se veían una especie de chispas anaranjadas al rededor, las cuales brillaban de una manera muy llamativa. Hacían contraste con el azul de todo el lugar.

Steve y yo nos acercamos a los demás, que estaban alrededor de la lámpara. Llevé mi mano a lo que brillaba y una sensación de cosquilleo recorrió mi cuerpo. Después todos imitaron lo que yo hice.

𝐒𝐓𝐑𝐀𝐍𝐆𝐄𝐑 𝐓𝐇𝐈𝐍𝐆𝐒/ 𝐒𝐓𝐄𝐕𝐄 𝐇𝐀𝐑𝐑𝐈𝐍𝐆𝐓𝐎𝐍Donde viven las historias. Descúbrelo ahora