Una pregunta común, se podría decir, que todos alguna vez nos preguntamos esto. Ponernos a pensar, cada vez añadiendo más sucesos que dieron inicio a este infierno, muchas veces, culpándonos a nosotros mismos.
Si recorro por mi cabeza, llegando a 2016, lo único que puedo recordar es a mi padre gritándole a mi mamá "eres una perra", quiero decir, no de forma adúltera.
Pero, aunque solo recuerde eso, no puedo decir que mi padre es el culpable, pues mi madre fue quien hizo que todo se fuera a la basura; ni siquiera puedo escribirlo sin sentir aquel nudo en la garganta, me duele tener que admitir que todo fue culpa de mi madre. Hasta donde yo sé, y dónde quiero saber, mis padres intentaron terminar múltiples veces, pero mi mamá siempre lo hacía imposible... "tú no me vas a terminar", según mi padre, esa fue la frase que más recuerda mi mamá.
Analizando por el tiempo, me di cuenta de que siempre le tuve miedo a mi mamá, hablar era inseguro porque jamas sabías si podías decir algo que la molestara, nunca tuve tanto contacto con mi padre, aunque yo lo quería mucho.
Es difícil de explicar mi relación con el, siempre dice que no lo quiero, pero desde que tengo memoria sentía preocupación por que él no se sintiera menos en la familia, que no sintiera que tenía favoritismo. Recuerdo, que en la noche, cuando dormíamos mis padres y yo, intentaba moverme simétricamente para que ninguno se sintiera más querido, es un suceso que me da gracia. Yo dormía en medio, y si ponía un brazo sobre uno, tenía que hacerlo con el otro para que no haya preferencia, me ofende que diga que jamás lo quise.
Si hablamos de la relación con mi hermana, realmente no hay mucho que contar. Éramos normales, peleábamos muchas veces... pero, no era como todos los demás hermanos. Yo era una persona muy encimosa, mi hermana nunca me prestó atención, yo fui como un gato, me arrime a donde no me querían. Apenas nos peleábamos, me sentía mal y quería ir a pedir perdón, yo lo único que quería era la atención de mi hermana, quería que me quisiera como yo la quería a ella, quería que fuéramos como aquellos hermanos inseparables.
Siempre digo que, en mi infancia, por ver tantas películas, creí que la vida era genial, hasta hace algunos años, después de pensar, me di cuenta que vivía mal, y no puedo dejar de culparme por ello.
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Cuando mis padres se separaron, fue una pesadilla.
Pensé que sería como esas peleas habituales, se dejan de hablar 1 semana y vuelven como si nada; pero los meses empezaron a pasar. Yo dormía donde mi papá, era un lugar seguro para mi dormir ahí, yo era feliz; pero mi mamá se molestaba por ello.
Recuerdo una vez en especial, subí a donde mi madre para darle el "besito de buenas noches". Entre por la ventana, le di un abrazo y me acerque a la ventana de nuevo; "te veo mañana, voy a subir a desayunar" dije, casi sacando la pierna del cuarto, "¿por qué no duermes aquí hoy? Ándale" dijo ella. "Mañana duermo contigo, acuérdate que es un día allá y un día aquí, ademas, mi pa' y yo ya tenemos una película planeada y vamos a comer algo ligero". La siguiente escena, era yo, gritándole a mi papá que fuera por mi, llorando, mientras que mi madre leía la biblia en voz alta para camuflar mi sollozo.
Ni siquiera podía respirar bien de llorar tanto, y ella solo dijo "ándale, síguele, a ver si te mueres por respirar así". Le pedía a dios, dejar de respirar y morir en ese instante.
Mi papá subió, viendo la situación, tocó la puerta y me preguntó si estaba bien, recuerdo vívidamente como mí mamá me veía, me amenazaba con la mirada, tenía una mano en mi cabeza y cada vez aplicaba más fuerza. "Duérmete ahí hoy, mañana te llevo a la escuela y desayunamos, te quiero, corazón" dijo mi padre y se fue. No lo veo como algo malo, de hecho, lo justifico. Haber intentado entrar a la fuerza podría haber llegado incluso a mi muerte, y, ese día, grabó como evidencia.
No mucho después, nos mudamos. Cambié 3 veces de escuela, mis abuelos peleaban a diario, y mi tío tenía comportamientos extraños conmigo. Donde vivía no tenía internet, y siempre estaba viendo televisión o en la escuela. Mi bisabuela, se empezó a enfermar, así que fuimos a la ciudad para que recibiera mejor atención. Nos quedamos en casa de una tía, y puedo decir abiertamente, que mi momento más humilde, fue intentar dar una marometa para zafarme de un beso forzado que me había dado un primo. No mucho después, ese primo me tocó, tenía aproximadamente 4 años más que yo, ni siquiera sé su nombre jaja. La situación se repitió con mi tío, nunca dije nada, por seguridad, ya que él está metido en ciertas situaciones legales. Divagando, empecé a recordar :
El día de la pelea que causó la separación, fue extraño. Yo estaba desayunando, para ir a la escuela. Desayunaba panqueques, me tocaba el uniforme de diario y estaba comiendo con un tenedor. Miraba hacia la esquina superior del plato, disociando, pensando en querer dormir, y de la nada empecé a escuchar gritos. No le puse tanta atención, tenía mucho sueño, hasta que levante la mirada y los gritos se hicieron cada vez más fuertes. Empecé a llorar y corrí hacia el cuarto de mi hermana, quién no iba a la escuela por problemas de salud, llegue llorando desesperadamente, y lo único que me dijo fue "cállate" y se quedó en silencio escuchando.
No acabe mi desayuno, no quería ir a la escuela, apenas toque la entrada, y empecé a llorar gritando que quería volver a casa... supongo que fue un evento traumático.
"Cuando nuestros padres discutían, yo permanecía en silencio intentando no llorar"
- Cartas de amor a los muertos - Pág. 58
