𝗠 | En donde Bang Chan es un ladrón especializado que contratan los líderes corruptos más poderosos del país y acepta un robo que cambiará su vida.
✦ Contenido +18, violencia,
lenguaje vulgar/ofensivo, sangre.
✦ Historia original de mi cabecita
✦ L...
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— Lo que pasó hoy no puede volver a suceder— afirmó Christopher poniéndose su camiseta, mientras Eun-yeong lo miraba desde la cama, preparándose para irse — espero que cuando regrese, ya no estés aquí. Recuerda que solo eres la niñera de mi hija.
La castaña suspiró viéndolo salir del cuarto. Puede que le dé todo, pero él no quiere nada de ella y eso nunca va a cambiar por el simple hecho de que no le gusta, pero tiene que conformarse con solo ser su compañía de una noche. Sentir que Christopher es suyo durante solo pocas horas.
El oji-azul bebió de su botella de vino, viendo a varias mujeres caminar por el club casi desnudas. No era ningún secreto que se la pasaba allí, tratando de distraer su mente de ser un padre responsable o estar pensando en cuál será el próximo trabajo que el señor Kim le mandará a hacer. Es el único lugar donde puede pensar y, de paso, soltar todo ese estrés que lo abruma.
— Hey, Bang — saludó Minho, el dueño del club y su amigo, dando un choque de puños y sentándose a su lado en el sillón de terciopelo — pensé que no vendrías, te tardaste mucho en llegar. Quedamos en que beberíamos juntos.
— Perdón, tuve que ocuparme ¿Hay algo nuevo?
— No, lo mismo de siempre. Clientes que se sobrepasan o chicas que se niegan a bailar a los visitantes potenciales que son pervertidos, nada interesante — respondió sin importancia, sirviendo hielo en sus vasos. Lo miró extrañado al verlo distraído — ¿Estás bien? Te noto raro. Lo primero que haces es contratar a una de mis trabajadoras para ir al cuarto rojo a divertirte y hoy estás sentado bebiendo solo.
— Estoy preocupado y a la vez pensativo.
— ¿Por qué cosa? O más bien... ¿Por quién? — Chris soltó una risa suave. Bebió el último sorbo de vino, le extendió la copa indicándole que necesitaba más—Vamos, no te daré más hasta que hables. Suelta la sopa.
Rodó sus ojos — ¿conoces a la chica que trabaja en la pastelería del centro? ¿cabello marrón, largo, cara de ángel y ciega? Mi jefe me mandó a robarle a su padre.
— Ah, una niña de papi. Viven a las afueras, en una casa gigantesca, tienen dinero — exclamó, después hizo una mueca — Diablos, tu suerte es tan mala ¿y qué vas a hacer?
— Aún no lo sé, pero... Es muy hermosa, me gustaría conocerla mejor. Me puede funcionar hacerme su amigo. — movió su copa observando a la mujer que bailaba en el escenario. Se puso recto mirando a su alrededor luego de un par de segundos — en fin, llámame a la mejor que tengas. Necesito pensar un plan.
Minho chifló a una de sus chicas y esta se acercó atendiendo el llamado de su jefe — atiende bien a mi amigo, está estresado. Una chica lo tiene loco.
Rió y se retiró dejándolos. La rubia extendió su mano hacia él — ¿vamos, señor Bang?
