"Y vivieron felices por siempre. Fin"
Todos los cuentos terminan bien, menos para la princesa Freya y el príncipe Thomas. El hada madrina Edaleen se embriagó en la boda y lanzó por accidente un rayo al príncipe. Ahora solo quedaba huir.
Pero en su c...
Aparecimos en casa de Frank para buscar su motocicleta y recuperar todas sus herramientas. Decidió que esta sería la última vez que vendría a este mundo pues aquello que necesitaba, ya lo tenía. Etoile no confiaba en que si algo ocurría, podría encargarme del par a base de puñetazos por ello nos acompañó.
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El saqueo prosiguió rápidamente al encontrar todas sus pertenencias dentro de cajas escritas en belga con "Para donar", "Reciclar", "Venta" y otras separadas para que sus primos se las llevaran. El toparse con libros, discos hasta ropa suya y de su esposa apartadas lo cabreó. Sus padres se valieron de su ausencia para meter mano y cambiar el destinatario de sus objetos personales.
-Carajo! Iban a regalar mis libros de Tintín a esos hijos de puta! Hiii! Mathilde pretende llevarse las obras de Mœbius!!!‐ enfureció ante el contenido de las cajas que fueron separadas
Libros de colección y algunos incluso autografiados que irían a parar a la biblioteca municipal según su carta suicida, cambiaron de dueño instantáneamente. Casi todo lo de la casa era la herencia que le dejó su abuelo cuando se fue a Austria y la rabia de ver como trataban su última voluntad, le dió el coraje de irse a la mierda con sus cosas.
-Cuánto de aquí planeas llevarte?- Ross y yo los ayudábamos a revisar las bolsas que decían basura, para enviarlas al reloj del laberinto
-Esto lo hizo tu madre! Me tardé semanas en bordar estas sábanas para que las tire a la basura!!!- Etoile sacudía lo que sacaba de la bolsa
- Se suponía que la tía Girola se las llevaría pero se rompió la cadera, por eso las guardé en el placard con una nota para ella pero se deshicieron de todas mis cartas- su marido arrugó muy irritado los sobres que fueron destrozados
Mortificados, nos guiaron al garaje. Al encender las luces, todas las placas de autos y señales viales clavadas en la pared se iluminaron. Con violencia, sacó la carpa que cubría la moto.
-Wow! Con razón querían recuperarla. Es un clásico bellísimo!- tuve que tocarla para saber que no era de plástico
-Bradley, acomódate para sacarte una foto- con celular en mano, Ross me hizo posar
-Es una Yamaha FZ 750, primera generación. Era de mi abuelo y me la regaló el día que nos casamos. Desde entonces la he cuidado con esmero para dejarla impecable pero al parecer, a alguien no le gustó mi decisión de donarla al Cafe Racers Club-
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