SEGUNDO LIBRO DE LA TRIGOLOGIA "SEMIDIOSA"
PRIMER LIBRO: "SEMIDIOSA HIJA DE LA LUNA"
Isabella es recibida en el Olimpo como una criminal. Sera juzgada por una profecía de la cual ella jamás se imagino ser participe, las acusaciones son seberas, las...
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Esto fue mas de lo que pude soportar. Mis piernas habían perdido fuerza, seguían dobladas en el suelo, mis puños contra el mismo, sin saber que mas hacer con la impotencia y, su mirada... esa mirada se repite en mi memoria, parece que la sigo viendo. No quería, sus ojos me siguen atormentando la mente.
—Isabella Miller, hija de Stive y Elizabeth Miller —La voz de Zeus, era lo menos que deseaba escuchar—. Por los cargos de Traición, Insulto a los dioses, declarar una guerra y huir de la justicia por siglos —No hacia falta mas pruebas, estaba todo claro, mi madre, mi loba, todos fueron cómplices de mi mundo, fui un títere, es seguro que yo también seré castigada por todo esto—. Se te declara inocente de cargos. Has demostrado ser hija digna de un dios. Se te da el titulo de Diosa e Hija de la Tierra. Se levanta la sesión.
¿Que? ¿Yo he sido... inocente? Me coloque de pie aun en trance, la mirada al suelo, escuche claramente sonidos de sillas, un trueno, voces y murmullos de enojo. Claro, la traidora ha sido declarada inocente.
—Felicidades Diosa Elizabeth, hija de la tierra.
Tantas felicitaciones, pero no era eso lo que buscaba con la mirada, había algo, alguien a quien mis ojos estaban desesperados por encontrar. Unos ojos, una cabellera que reconocería en cualquier momento y lugar. Entonces apareció ante mi.
—Lo lograste Isabella —Su sonrisa, sonreía en esta situación—. Tienes la libertad que deseabas. Ahora puedes —Se acercaba por su cuenta y cuando la tuve de frente tome su cuello con mis propias manos, muchos gemidos de sorpresa ahogados se escucharon por el salón—... ¿que haces? Isabella...
Miedo, terror y angustia fue lo que vi en sus ojos, cosas que me llenaron de completa satisfacción. Mi cuerpo entero sintió todo, era la culpable de lo que había pasado. Su plan por sacarme de esta situación lo antes posible fue lo que acabo con el alma de la única mejor amiga que tuve en mi existencia. Ella lo planeo, nunca lo consulto conmigo, ni siquiera sabia que terminaría así, nunca imagine que mi loba seria culpable también.
Entonces reaccione, no presionaba el cuello con fuerza, pero tampoco la hacia respirar con regularidad. La solté. —No lo vales.
Sali de ese lugar lo mas rápido que mi cuerpo me lo permitió. Tampoco note el momento o la hora en que llegue a mi Cámara, solo sentía un horrible peso en mi cuerpo, algo que me obligó a caer de rodillas en el piso de mi recamara. Escuchaba el maldito pitido en mis oídos tan fuerte que llegue a pensar que mis oídos podrían sangrar. Algo apretaba mi ser, quería salir huyendo, la desesperación me carcomía viva.
—¿Ama Isabella?
La ninfa frente a mi tenia rostro de incertidumbre, solo fui capaz de pronuncias algunas palaras. Mi garganta se había cerrado.
—Soy libre Ocírroe —Murmure—. Soy inocente.
Inocencia que no poseo, libertad qué no merezco. Todos los que creí que me protegían desde siempre fueron quienes me orillaron a este momento. Tantos que deseaban mi salvación de una manera poco ortodoxa y acabe siendo libre, pero no de la manera en que yo quería.
