La sabiduría felina en la lucha contra el mal

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Desde el momento en que Harry Potter había pisado por primera vez el castillo de Hogwarts, había notado una presencia constante de gatos en todas partes. Había notado gatos negros, blancos, grises y atigrados, y siempre se preguntaba por qué había tantos en el castillo.

Un día, mientras estaba sentado en la biblioteca de Hogwarts, rodeado de estanterías llenas de libros de magia, notó un pequeño gato gris que se acurrucaba en su regazo. Harry nunca había sido un gran amante de los gatos, pero este parecía diferente. No era como los otros gatos que había visto en el castillo; parecía tener una sabiduría especial, como si supiera algo que Harry no sabía.

El gato comenzó a ronronear suavemente mientras Harry lo acariciaba detrás de las orejas. De repente, comenzó a hablar. "Hola, Harry. Me llamo Crookshanks", dijo el gato en un tono tranquilo y agradable.

Harry se sorprendió tanto que casi saltó de su asiento. "¿Eres un gato parlante?" preguntó Harry con asombro.

"Sí, Harry, soy un gato parlante", respondió Crookshanks. "Pero no todos los gatos en Hogwarts pueden hablar como yo. Soy un poco especial".

Harry no sabía qué decir. Había visto muchas cosas extrañas en el mundo mágico, pero un gato parlante era algo completamente nuevo para él. "¿Por qué hay tantos gatos en Hogwarts?" preguntó Harry.

"Los gatos han sido asociados con la magia durante siglos, Harry", dijo Crookshanks con sabiduría. "Pueden ver cosas que los humanos no pueden ver, y son excelentes cazadores de ratones y otras criaturas que pueden ser peligrosas para los estudiantes".

Harry se quedó mirando al gato, sorprendido por su conocimiento. "Pero tú eres diferente, ¿verdad?" preguntó Harry.

Crookshanks asintió con la cabeza. "Sí, Harry. Soy diferente. Soy un gato con una misión. Estoy aquí para ayudarte en tu lucha contra el malvado Lord Voldemort".

Harry se quedó boquiabierto ante las palabras del gato. "¿Cómo puedes ayudarme? Eres solo un gato", dijo Harry con incredulidad.

"Los gatos tienen habilidades especiales, Harry", dijo Crookshanks. "Puedo ver cosas que tú no puedes ver, puedo moverme sigilosamente sin ser detectado y puedo hacer cosas que otros animales no pueden hacer. Juntos, podemos ser una gran ayuda en tu lucha contra Voldemort".

Harry se sintió un poco más aliviado al escuchar las palabras del gato. Tal vez no era solo un gato normal y corriente. Tal vez podía ser su aliado en su lucha contra el mal.

Desde ese día, Crookshanks se convirtió en el fiel compañero de Harry, siempre a su lado en su lucha contra el malvado Lord Voldemort. Harry aprendió a confiar en el pequeño gato gris y se dio cuenta de que, aunque parecía un simple animal, en realidad tenía un gran poder y sabiduría. Juntos, Harry y Crookshanks formaron un equipo imparable, capaz de enfrentar cualquier desafío que se les present

Harry Potter y los FANFICS MalditosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora