La Misión de la Rana de Chocolate

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Había una vez en el mundo mágico de Harry Potter, una rana de chocolate muy especial. Esta rana tenía un sabor exquisito, con trozos de chocolate crujiente y un relleno suave y dulce. Todos en el mundo mágico conocían la rana de chocolate, ya que era uno de los dulces más populares en el Callejón Diagon.

Harry Potter siempre había sido un gran fan de las ranas de chocolate, y siempre tenía una en su bolsillo para disfrutar en cualquier momento. Pero un día, Harry compró una rana de chocolate en Honeydukes, la tienda de dulces más famosa del mundo mágico, y notó algo extraño. La rana comenzó a temblar en su mano y de repente, comenzó a crecer. Harry estaba asustado, nunca había visto algo así antes.

De repente, la rana se transformó en un pequeño hombre vestido con un traje de rana. "¡Hola Harry! Soy el Rey de las ranas de chocolate, y te necesito para una importante misión", dijo el pequeño hombre.

Harry no sabía qué pensar, pero decidió seguir al hombre rana a través del callejón Diagon y hacia un callejón oscuro y solitario. Allí, el Rey de las ranas de chocolate le contó a Harry que había un malvado mago que había robado la receta secreta de las ranas de chocolate y estaba planeando crear una versión oscura de las ranas que convertiría a cualquier persona que las comiera en un esclavo del malvado mago.

El Rey de las ranas de chocolate le entregó a Harry una pequeña caja dorada y le explicó que contenía un poderoso hechizo para proteger la receta secreta. La caja también tenía una carta para la reina de las ranas de chocolate, que estaba atrapada en una torre en lo más alto del castillo del malvado mago.

Harry no dudó en aceptar la misión, sabía que debía proteger la receta secreta de las ranas de chocolate. Usando sus habilidades mágicas y su valentía, Harry logró llegar hasta la torre del castillo y liberar a la reina de las ranas de chocolate. Con su ayuda, derrotaron al malvado mago y recuperaron la receta secreta.

De vuelta en Honeydukes, Harry entregó la caja dorada al Rey de las ranas de chocolate, quien agradeció a Harry por su valentía y determinación. A cambio, el Rey de las ranas de chocolate le entregó una bolsa llena de ranas de chocolate recién hechas y le pidió que las compartiera con sus amigos.

Desde ese día, Harry se convirtió en un héroe para las ranas de chocolate en todo el mundo mágico. Y siempre recordaría la emocionante aventura que tuvo con el Rey de las ranas de chocolate.

Harry Potter y los FANFICS MalditosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora