Harry Potter se encontraba sentado en el despacho de Dumbledore, nervioso por lo que estaba por suceder. Dumbledore había decidido que era hora de que Harry aprendiera a lanzar los maleficios imperdonables, algo que hasta ahora se había negado a enseñarle.
"Harry, entiendo tu preocupación, pero debes entender que estos hechizos son extremadamente poderosos y peligrosos", dijo Dumbledore. "Solo deben ser usados en situaciones de extrema necesidad y nunca con fines malvados".
"Lo sé, profesor", respondió Harry, ansioso por comenzar la lección.
Dumbledore sacó su varita y le indicó a Harry que hiciera lo mismo. "Primero, debes comprender la intención detrás de cada maldición. El maleficio Cruciatus es utilizado para infligir dolor, el maleficio Imperius para controlar la mente de alguien y el maleficio Avada Kedavra para quitar la vida".
Harry asintió, prestando atención a cada palabra que Dumbledore decía. El director de Hogwarts continuó: "La clave para lanzar estos hechizos es sentir su verdadera intención y permitir que tu varita se conecte con esa emoción. Pero nunca debes permitir que la emoción te controle a ti".
Dumbledore mostró a Harry cómo lanzar cada maleficio, asegurándose de que entendiera las palabras y los movimientos precisos. Harry intentó cada hechizo, sintiendo la magia fluir a través de él.
Finalmente, llegó el momento de lanzar el maleficio Avada Kedavra. Dumbledore se paró frente a Harry y le indicó que apuntara a él con su varita.
"Harry, quiero que sientas la fuerza detrás de este hechizo. Siente la necesidad de quitar una vida y permite que tu varita lo haga por ti".
Harry cerró los ojos y se concentró en la intención detrás del hechizo. Sintió su varita vibrar en su mano mientras pronunciaba las palabras.
"Avada Kedavra".
Un rayo verde salió de su varita y se dirigió hacia Dumbledore. Pero en lugar de golpearlo, se detuvo en el aire y se desvaneció.
Dumbledore sonrió. "Muy bien, Harry. Sabía que eras capaz de comprender la intención detrás de los maleficios sin dejar que te controlara. Nunca olvides la importancia de la responsabilidad y la intención detrás de la magia que lanzas".
Harry asintió, sintiéndose aliviado de haber superado la lección. Pero al mismo tiempo, se dio cuenta de la importancia de nunca abusar del poder que le había sido otorgado. Con un profundo respeto por la magia, Harry dejó el despacho de Dumbledore sabiendo que había aprendido una lección que nunca olvidaría.
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Harry Potter y los FANFICS Malditos
FanfictionUna recopilación de fanfics cortos de HP para vuestro deleite. Te invito a leerlos.