Harry Potter y los FANFICS Malditos

El Romance Inesperado

Harry Potter estaba explorando los terrenos de Hogwarts cuando de repente escuchó un sollozo. Siguió el sonido hasta llegar al baño de Myrtle la Llorona. Cuando entró, vio a la triste fantasma llorando en su bañera.

Preocupado, Harry se acercó y le preguntó qué estaba mal. Myrtle se quejó de que nadie la quería y que siempre se sentía sola. Harry intentó consolarla, pero no podía evitar notar lo hermosa que se veía la fantasma en la luz tenue del baño.

Poco a poco, Myrtle comenzó a coquetear con Harry, y antes de que se diera cuenta, la fantasma lo estaba besando apasionadamente. Harry se sorprendió, pero no pudo evitar sentirse atraído por Myrtle.

Después de ese encuentro, Harry se encontró pensando en Myrtle con más frecuencia. Cuando Ginny se dio cuenta de que algo andaba mal, Harry trató de explicar lo que había pasado, pero Ginny no podía soportar la idea de que su novio se sintiera atraído por una fantasma.

Ginny intentó todo lo posible para llamar la atención de Harry, pero el chico seguía obsesionado con Myrtle. Finalmente, después de varias discusiones, Harry decidió enfrentarse a su obsesión y hablar con Myrtle para poner fin a la relación.

Myrtle se puso muy triste y comenzó a llorar de nuevo, pero Harry sabía que era lo correcto. A medida que se alejaba del baño de Myrtle, se sintió aliviado de haber superado esa extraña obsesión.

Sin embargo, cuando llegó a su habitación, descubrió que Myrtle había dejado una botella de agua de calzón en su cama con una nota que decía "Para que siempre recuerdes nuestro amor". Harry se quedó asombrado por la obsesión de Myrtle y se sintió aliviado de haber tomado la decisión correcta al dejarla ir.