Harry Potter y los FANFICS Malditos

El libro prohibido

Harry Potter estaba explorando la sección restringida de la biblioteca de Hogwarts cuando encontró un antiguo tomo de hechizos olvidados. Deslizándolo entre los estantes, comenzó a hojear sus páginas, intrigado por la posibilidad de aprender nuevos hechizos poderosos.

Encontró un hechizo que le llamó la atención: "Exsanguinare". No había oído hablar de él antes, pero leyendo su descripción, parecía ser una forma avanzada de magia oscura que podía drenar la sangre de una persona.

A pesar de su curiosidad, Harry decidió no practicar el hechizo. Sin embargo, no pudo evitar seguir pensando en él. Sabía que era peligroso, pero la idea de tener un hechizo tan poderoso en su arsenal lo tentaba.

Finalmente, cediendo a su curiosidad, Harry se dirigió a la sala común de Gryffindor y comenzó a practicar el hechizo. Al principio, todo parecía ir bien. Pero cuando Harry intentó aplicar el hechizo en un muñeco de práctica, sucedió algo inesperado.

El muñeco de práctica se desintegró en lugar de simplemente desangrarse, y una ola de energía negra lo envolvió. Asustado, Harry corrió hacia la puerta, solo para encontrarse con el profesor Snape.

Snape inmediatamente notó la presencia del hechizo oscuro y confrontó a Harry. Le explicó que Exsanguinare era uno de los hechizos más peligrosos y oscuros que existían, y que había sido prohibido hace mucho tiempo por el Ministerio de Magia.

Harry se sintió culpable y avergonzado por haberse dejado llevar por su curiosidad, y prometió a Snape que nunca volvería a practicar magia oscura de nuevo.