(NOVELA ACTIVA)
El final de la estudiante de honor académico en Hogwarts, Hermione Jean Granger, dio un giro inesperado cuando abandona el ministerio a sus treinta y seis años y se presenta como profesora en el colegio Hogwarts de magia y hechicería...
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Léa Malfoy, actualidad.
—Yo me enamoré de Sindy unos pocos meses después– me confesé a Hermione después de contarle toda la historia —Y aunque nunca fuimos nada definido nunca nos soltamos, nos besábamos, nos revolcabamos, pasábamos tiempo juntas, pero ella siempre tuvo miedo de ponernos una etiqueta ya que no quería estropearlo, hasta que tuvimos una discusión fuerte y traté de desprenderme de ella con Noder y eso a ella le jodió tanto que fue cuando me hizo aquello que me dolió tanto.
»Anteriormente a eso intenté arreglar con ella las cosas muchas veces ya que discutíamos por tonterías, aunque en realidad, tenían mucha más importancia. Ella básicamente me asfixiaba, no le gustaba verme con más gente, me quería solo para ella y yo al principio se lo permití hasta que me di cuenta de todo, que ahí fue en esa ocasión en la que se terminó todo entre nosotras y yo me fui con Noder.
—Estuviste enamorada de ella...— murmuró Hermione. Estaba de brazos cruzados y apoyada en el escritorio.
—Si...– me acerqué lentamente a ella, para apoyarme a su lado —Y así terminó.
—No entiendo como pudo hacerte todo esto si te quería— dijo incrédula.
—Pues porque ella no me quiso, lo que estaba era obsesionada. La idea de tener a alguien que controlaba y tenía a su disposición le encantaba, aparte de que nadie excepto yo la aguantaba, a los demás solo les gustaba por su cara bonita ya que rápidamente se daban cuenta de la mierda de persona que era. Sindy sin mi estaba sola.
Ahora era consciente de eso, pero en su momento sentí que Sindy había sido mi salvación y por eso le debía cada parte de mi, así como ella me manipulaba por igual para pensarlo. Me costó mucho desprenderme de ella, de hecho volvíamos y veníamos constantemente, hasta que hizo que Noder me dejara en el baile. En el verano anterior fue donde comenzamos nuestra historia y muy poco antes de Navidad fue cuando decidí empezar con Noder, ya que me parecía guapo desde hacía un tiempo y fingía tener un interés especial por él para poner celosa a Sindy. Aunque así de caro me costó.
A día de hoy daba las gracias por haberme dado cuenta de todo aquello y haber salido de eso. Por suerte, tengo una mejor salud mental y gran parte de ello ha sido gracias a Hermione, que fue como una pequeña luz al final del camino oscuro, un soplo de aire fresco o salir a la superficie del agua cuando sientes que tus pulmones están vacíos y vas a estallar.
Hermione fue un alivio.
Y eso se lo agradecería eternamente, termináramos bien o mal, no importa.
—Joder...— murmuró Hermione tras quedarse unos segundos perdida en mis ojos, después me abrazó.
Acepté sus brazos con gusto y me acurruqué entre ellos, colocando la cara en su cuello y oliendo su dulce perfume.
