Dime que duermes

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Quiero pensar que estás durmiendo, que tus párpados se han cerrado en un sueño profundo

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Quiero pensar que estás durmiendo, que tus párpados se han cerrado en un sueño profundo. Que no te has ido, que aún estás aquí, en algún rincón del universo. Pero la realidad se cierne sobre mí como una sombra implacable.

Detrás de mí, la gente susurra, compadeciéndose de mi pérdida. ¿Por qué me molesta tanto? Tal vez porque sus palabras son como flechas que perforan mi corazón. Porque aunque sé que algunas son sinceras, también siento que son una burla cruel. Nadie sabe el dolor que estoy sintiendo, la herida que se abre en mi pecho cada vez que pienso en ti.

Dime que duermes, que tu respiración es un suspiro tranquilo en la noche. Hoy quiero que alguien me mienta, que me diga que todo esto es un mal sueño. Porque mi estrella más brillante ha caído, y su luz se ha apagado en el firmamento. El mundo sigue girando con normalidad, como si no hubiera perdido a alguien tan preciado. Mientras yo, como un barco a la deriva, caigo a pedazos en la tormenta.

Las lágrimas son mis compañeras constantes. Se deslizan por mis mejillas como gotas de lluvia en un día gris. Intento recordar tus risas, tus abrazos, tus palabras llenas de sabiduría. Pero la ausencia es un abismo sin fondo, y yo me aferré a los recuerdos como a un salvavidas en medio del naufragio.

La vida sigue su curso, indiferente a mi dolor. Las estaciones cambian, las flores florecen y mueren, y yo sigo aquí, tratando de encontrar un sentido en esta pérdida. ¿Por qué tú? ¿Por qué ahora? Las preguntas se acumulan como hojas secas en el otoño, y no hay respuestas que puedan llenar el vacío que dejaste.

Así que aquí estoy, escribiendo estas palabras como un acto de resistencia. Porque aunque el mundo siga girando, yo me detengo en el recuerdo de tu sonrisa. Quizás, en algún rincón del tiempo, nos volvamos a encontrar. O tal vez, solo tal vez, encuentre la paz en la aceptación de que las estrellas también se apagan, pero su luz sigue viajando por el espacio infinito. Y tú, mi estrella más brillante, seguirás brillando en mi memoria, aunque el mundo no se detenga para llorarte.

Susúrrame en la oscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora