𝑀𝑎𝑦𝑜𝑟𝑒𝑠• 𝐴𝑛𝑡𝑜𝑖𝑛𝑒 𝐺𝑟𝑖𝑒𝑧𝑚𝑎𝑛𝑛

▫️Cap. Veinte

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Brianda :

La fiesta había sido un éxito, obviamente no podíamos desvelarnos de más por que al siguiente día tenían que ir a unos papeleos de registro al club.

Estaba en el baño lavando mis manos después de haber hecho mis necesidades, me miré al espejo y estaba contenta con lo bien que me veía esta noche. Antoine y yo nos habíamos tomado fotografías juntos, más no quería subirlas aún.

La puerta del baño se abrió dejando ver a la esposa de Koke, sabía que no le caía para nada bien así que no gasté mis fuerzas en sonreírle o verla directamente. Seque mis manos con la toalla desechable y después, abrí la puerta del baño para poder irme.

— ¿Por que huyes pequeña?

Frunci el ceño al escuchar su voz, me sonrió con burla en cuanto nuestras miradas se conectaron.

— No huyo, solo estoy yéndome por que no tengo nada más que hacer aquí — dije obvia.

— Ni aquí ni en España — me observó de pies a cabeza — Desde el primer momento en el que te ví en casa de Erika supe de tus intenciones, se te nota por todos lados.

— Disculpa pero no se de que intenciones hablas — soltó una pequeña risa

— Conozco a las de tu tipo, Brianda. No sabes la infinidad de veces en las que he tenido que tratar con las de tu tipo, siempre buscando donde no deben.

— ¿Y según tu, cual es mi tipo? — me crucé de brazos para verla fijamente

— Embusteras, trepadoras, las mujeres que siempre están esperando cazar a un hombre reconocido y con dinero para poder ingresar a la alta sociedad. Eso es lo que estás haciendo con Antoine, usándolo para después tirarlo.

Sonreí con autosuficiencia

— A lo mejor "las de mi tipo" no son el problema, si no los hombres que les dan entrada. Dices que has lidiado con eso, seguramente no es por que tu esposo no haya querido que fuera así ¿Oh sí?

Su semblante cambió de inmediato, sus ojos demostraban el odio y el enojo que tenía hacia mi. Intentó hablar, más me adelanté.

— Las cosas fueron diferentes aquí, tu tienes una versión de la historia que yo no sé, pero Antoine y yo tenemos una que tu no sabes. Al final no sabes cual versión es la verdadera, así que mejor ahorra tus palabras y deja de entrometerte donde no debes.

— Me entrometo por que Erika es mi amiga, ella no se merecía lo que le hicieron

— No hicimos nada malo, te aseguro que lo mío con Antoine se dió por casualidad y después de que su relación estuviera básicamente terminada.

— Pues no te creo— afirmó barriendo su mirada por todo mi cuerpo, pero no me intimidaba, en realidad era demasiado confiada con mi cuerpo.

— No me importa a decir verdad, Antoine me conoce y es lo que importa. No creas que yo quiero estar entre el club de "las esposas de", no gracias, es muy anticuado. — fruncio el ceño — Con permiso, mi hombre me espera

Le guiñe un ojo antes de ahora si, salir de ahí. Deje salir todo el aire que tenía retenido, después caminé como si no hubiera pasado hacia el ya vacío salón. Quedaban unas cuantas personas pero al parecer estaban ya despidiéndose de Antoine.